Sanidade abre la puerta a meter a directivos suyos en los comités como el que pidió una muerte digna para Andrea

m. cheda SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Antonio y Estela, padres de Andrea.
Antonio y Estela, padres de Andrea. SANDRA ALONSO

La consellería alega que la medida «axudaría a que a información puidese circular mellor dentro da organización sanitaria»

28 may 2016 . Actualizado a las 12:03 h.

En el ámbito de sus competencias, los comités de ética asistencial asesoran al sistema y se posicionan sobre diversos asuntos relacionados con las prácticas clínicas. En Galicia, donde actualmente hay ocho, comenzaron a surgir a comienzos de la década pasada, aunque de ellos en realidad se ha hablado más en los últimos siete meses que en los 15 años anteriores. Coparon los medios en el otoño del 2015, cuando el de Santiago, contra la opinión inicial de los pediatras de la paciente, recomendó facilitar una muerte digna a Andrea Lago Ordóñez, una niña de 12 años con una enfermedad neurodegenerativa incurable. La Consellería de Sanidade prepara ahora una renovación a fondo de dichos órganos. Entre otras cosas, sentará las bases para que directivos del Sergas puedan formar parte de ellos, una operación vetada legalmente en estos momentos.

Los comités se rigen hoy por una norma de junio del 2000 que la Xunta modificará en los próximos meses a través de un decreto cuyo anteproyecto ya ha redactado. Este último documento mantiene el carácter no vinculante de los dictámenes emitidos por los miembros de los citados foros y continúa imponiendo a estos tanto el deber de «segredo nas deliberacións» como la reserva de «confidencialidade» en el manejo de la información. No obstante, introduce cambios significativos en la regulación vigente.

Variaciones, por ejemplo, de composición y estructura. Porque, de un mínimo de 7 personas, los comités pasarán a estar integrados por entre 10 y 30, con titulados en derecho, en medicina, en enfermería y en trabajo social, entre otras profesiones. La duración de sus mandatos subirá de tres a cuatro años. Y cada uno de ellos habrá de realizar una declaración formal de posibles conflictos de intereses.

También quedará derogada una cláusula que en la actualidad impide a Sanidade meter en los comités de ética asistencial a directivos de hospitales y de centros de atención primaria. «O texto só abre a posibilidade a que entren en condicións de igualdade con outros membros. [...] En todo caso, a consellería entende que a súa presenza sería positiva, en tanto que poderían aportar experiencia e coñecemento e porque axudarían a que a información puidese circular mellor dentro da organización sanitaria», alegan, consultadas al respecto, fuentes oficiales.

El borrador de reforma establece que los órganos de este tipo se queden en siete (uno por cabecera de área sanitaria), al ser el octavo, asociado a Povisa, absorbido por el general de Vigo. Asimismo, determina que los comités dupliquen la actividad, elevando sus reuniones anuales a, como poco, ocho. Ya en el capítulo de funciones, el decreto incorpora una: «Asesorar e emitir informes sobre as cuestións éticas relacionadas coa atención sanitaria prestada ás persoas enfermas terminais, nos termos establecidos na disposición final segunda da Lei 5/2015», la cual prevé mediaciones «naquelas decisións clínicas controvertidas, no caso de discrepancia entre os profesionais sanitarios» y los pacientes o sus representantes.