Tráfico no puede certificar si el chófer usó durante su ruta la aplicación para jugar
28 jul 2016 . Actualizado a las 07:26 h.Tras las diligencias de los últimos días llevadas a cabo por los agentes del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) de la Comandancia de Pontevedra, la Guardia Civil ha propuesto sancionar con doscientos euros y la retirada de tres puntos del carné al conductor de autobús que cubría la ruta entre Pontevedra y Vilagarcía con el juego Pokémon Go activo en su móvil. Las fuentes consultadas precisaron que no hay indicios de que el chófer hubiese manipulado el terminal o jugado al tiempo que conducía.
De hecho, y tal y como ha venido informando La Voz de Galicia, en ninguna de las imágenes que se difundieron a través de la red social Facebook se observa al conductor manipulando la aplicación móvil o el terminal telefónico que lleva al lado del volante. Eso sí, se aprecia en la pantalla del teléfono que el juego está activado. Al parecer, los investigadores pudieron determinar que sí había jugado antes de ponerse al volante del autocar.
Ante estos hechos, los agentes consideran que se ha infringido el artículo 18.2 del Reglamento General de Circulación, que establece, entre otras cuestiones, la prohibición de «utilización durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil y cualquier otro medio o sistema de comunicación, excepto cuando el desarrollo de la comunicación tenga lugar sin emplear las manos ni usar cascos, auriculares o instrumentos similares». Se considera una infracción grave de carácter administrativo.
De este modo, se descartó tanto que hubiese descuidado la circulación como que hubiese puesto en riesgo la vida o integridad física tanto de los pasajeros como de otros usuarios de la carretera. Tales extremos determinaron que la denuncia no se judicializase y, por tanto, se relacionara al conductor con un supuesto delito contra la seguridad viaria.
En cualquier caso, la decisión de Tráfico es una propuesta de multa, por lo que no es firme y por tanto no afecta para nada al expediente que está tramitando la empresa para la que trabaja este vecino de Vilagarcía de 35 años, precisaron ayer desde la propia compañía de autocares. De hecho, recordaron que su empleado puede alegar tanto contra la resolución de la Guardia Civil de Tráfico como en el marco del expediente que tiene abierto. En todo caso, insistieron en que hasta que no haya una resolución firme en uno u otro sentido no tendrá incidencia sobre el procedimiento laboral en curso.
Lo cierto es que en el entorno de esta persona nadie se explica lo ocurrido, «ni que pudo pasar por la cabeza». Ayer, algunos allegados señalaron que el vilagarciano había acudido a la estación de autobuses de la capital arousana y observaron que «estaba destrozado». «Llorando», «arrepentido» y «hundido» fueron algunas de las expresiones que se pudieron escuchar a lo largo de la mañana.
Todos los que le conocen coincidieron a la hora de definirlo como una persona «responsable», lo que aumenta, más si cabe, la sorpresa que les causó al tener conocimiento de la investigación abierta por la Guardia Civil. En este sentido, subrayaron «su profesionalidad» y los muchos años que lleva detrás del volante sin que nunca hubiera queja alguna.
De igual modo, ya el martes pasado, la pontevedresa que subió las imágenes hizo un llamamiento público para rebajar la polémica: «Este chico solo cometió una infracción de tráfico. No es un asesino ni nada por el estilo».