![Asamblea de Podemos, con Carmen Santos, en el parque de Bonaval](https://img.lavdg.com/sc/PQ8v3cGabOPOCry0QFVh55l3_sU=/480x/2016/08/14/00121471127462947698641/Foto/.jpg)
Las voces críticas se multiplican y censuran el intervencionismo de Madrid
15 ago 2016 . Actualizado a las 00:34 h.El parque de Bonaval es un extraordinario espacio verde que se abrió a los ojos de Compostela en los años 90. Hasta entonces fue un cementerio que este sábado pareció recuperar sus antiguos usos con la convocatoria de una asamblea en la que la dirección de Podemos Galicia quiso explicar la estrepitosa derrota alcanzada en las negociaciones con las mareas para concurrir de la mano a las elecciones autonómicas de septiembre.
Abrazos sentidos, labios apretados y gestos de resignación, la viva imagen de un tanatorio. Así acudieron a la llamada de la secretaria xeral Carmen Santos un centenar de adscritos de Podemos Galicia, que tuvieron oportunidad de analizar la sacudida orgánica que les provocó un tuit de Pablo Iglesias en el que anunciaba que la formación gallega iría con las mareas cualquiera que fuera la fórmula. Es lo que quería la mayoría de las bases, pero en una coalición, no diluyendo la marca en un proyecto con un marcado acento nacionalista.
Las redes sociales, en las que la nueva política pulsa sus estados de ánimo, se dividían entre los más cercanos a las mareas, que celebraron con intensidad y buenas formas la rendición de Podemos, y los que se lanzaron al cuello de la dirección y repartieron estopa por igual a Iglesias, por intervencionista; y a Santos, por pusilánime ante Madrid y por incumplir las promesas que la auparon al poder en Galicia.
Participación cuestionada
Pero lo que debería ser más preocupante para el partido es la enorme sensación de hastío que dejó la resolución de la pugna, que muchos expresaron adelantando que no participarían de ninguna forma en el «proceso», por desazón, pero también por falta de conocimiento sobre los próximos pasos para integrarse en un entorno ajeno.
Los mayores reproches llegaron, cómo no, del sector crítico: Carlos Armada, de Xuntos Podemos, cargó duramente contra la decisión «antidemocrática» de Pablo Iglesias, que vendrá a Galicia para explicar la decisión tomada, ya que para él también ha sido «muy duro» dar este paso, aseguró Santos, quien ayer se esforzó en vano por recordar que el enemigo es el PP de Feijoo, y no la ahora cuestionada líder de Podemos Galicia.
Los líderes tratan de minimizar su victoria para no ahondar en la heridas moradas
«Valentía y generosidad». «Altura de miras». «Decisión colegiada». «Ya no hay ellos y nosotros»... Estas fueron algunas de las frases que brotaron durante el día de ayer de las bocas de los líderes de las mareas. La última es, concretamente, del candidato elegido a dedo por la cúpula del partido instrumental y que ayer se mostraba feliz. La decisión de Podemos de integrarse incluía también en el paquete que no se cuestionase el liderazgo de Villares, que podría verse comprometido en el hipotético caso de que los 10.000 adscritos activos en la formación morada se propusiesen inclinar la balanza hacia otro candidato, algo muy poco probable habida cuenta la resolución de la negociación y el escaso tiempo que tienen para inscribirse en la «marea constituínte». A lo largo de la jornada se sucedieron los mensajes suaves y conciliadores, de bienvenida, con ánimo de no ahondar en la herida y con un llamamiento a poner la proa hacia el PP.
Xulio Ferreiro, que desde su atril de alcalde coruñés tuvo oportunidad casi a diario de opinar en público y en ocasiones con dureza sobre las negociaciones, rebajó su tono pero admitió que todavía quedan algunos flecos por resolver. Entre ellos, la manera de facilitar un acercamiento «máis tardío que o resto» al partido instrumental, cuestión en la que tendrán que «afinar».
Buitrón, sin contemplaciones
Menos tibio fue el exsenador José Manuel García Buitrón, que retiró encantado su candidatura con la que quería entregarse a los brazos de las mareas aunque sus posibilidades fuera limitadas. Con la misma ligereza que pidió la dimisión de Carmen Santos, alabó las facultades de Pablo Iglesias para «poner las cosas en su sitio», y asegurar después que la integración no va a suponer la desaparición del partido. La diputada de Podemos por Pontevedra Ángela Rodríguez, alineada con el sector coruñés que representan el tándem Ferreiro-Gómez Reino, se sumó también a la bienvenida amistosa y celebró un acuerdo que supone un alivio para los cargos electos en Madrid, que a pesar de obtener su escaño a través de la coalición En Marea estaban bajo las órdenes en el Congreso de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, con los que tendrían que competir en el caso de acudir separados a las urnas. Internamente, este sector, que en abril perdió las elecciones ante Carmen Santos, y por tanto el control del partido, recupera ahora su influencia.