Su abogado dice sobre la relación entre madre e hija que «no tienen secretos entre ellas y se llevan muy bien»
03 sep 2016 . Actualizado a las 17:10 h.La paz en el seno de la familia saltó por los aires en los últimos días después de que el juzgado le sacase la tutela de la hija pequeña a la madre, Diana López-Pinel, y se la entregase a su padre, que la envió fuera de Galicia. Esta situación provocó un agravamiento en las relaciones entre los padres, ya de por sí deterioradas. Desde hace varios días, la madre de la joven ya no comparece ante los medios de comunicación y ahora es su abogado el que habla en su nombre. El letrado, Pedro de Bernardo, dijo ayer que hasta el momento nadie citó a su cliente a declarar en ningún sitio, «pero nos estamos planteando la posibilidad de pedir una presencia voluntaria», que seguramente la solicitará la próxima semana.
El abogado destacó que las resoluciones judiciales hay que respetarlas, aunque no se compartan como es el caso de la madre de la joven. Para Pedro de Bernardo, la decisión del Juzgado número 2 de Ribeira era innecesaria e inoportuna pues «ha venido a aumentar el dolor que tenía la madre». Sobre la relación entre madre e hija, el abogado dijo: «No tienen secretos entre ellas y se llevan muy bien».
Por otra parte, indicó que desconocen los motivos por los que le retiraron la custodia de Valeria el miércoles pues «está decretado el secreto de sumario».
Diana López-Pinel lleva varios días sin aparecer por las inmediaciones de su casa de A Pobra. Antes lo hacía con regularidad para pedir la colaboración de los medios en la búsqueda de su hija.
Hablan todos los días
Una de sus amigas, Marcela Mota, que el fin de semana estuvo en A Pobra en casa de Diana, señaló que la madre se encuentra muy mal. Destacó que habla con ella todos los días y está «muy abatida». En los últimos días se había comentado que había regresado a Madrid, cuestión que desmintió al afirmar que está en su domicilio de Cabío, en la parroquia de O Xobre con su hermano.
La retirada de la custodia de Valeria ha provocado que el dolor de la madre aumentase, pero ella sigue en su domicilio «esperando noticias de su hija mayor».
Marcela Mota no quiso hablar de la retirada de la custodia de la pequeña en favor del padre. En este sentido, indicó que su amiga «no quiere mezclar ambas cuestiones y más aún entrar en disputas o peleas con su exmarido».
La situación es casi insostenible en el domicilio de Diana López, según apuntó su amiga, pues cada día que pasa «es más difícil para ella con tanto dolor». En cuanto a su estado, Marcela comentó: «La vi descompuesta por la desaparición de Dianita».