Admite que los resultados del 25S influirán en la política nacional
06 sep 2016 . Actualizado a las 10:26 h.«Un proyecto unitario frente a la alternativa de minifundismo político». A cuatro días de que comience la campaña electoral, Alberto Núñez Feijoo presentó ayer en Madrid en esos términos la batalla por la presidencia de la Xunta. El líder del PPdeG aseguró que la alternativa a la continuidad de su Gobierno es la vuelta a «la Edad Media de la izquierda gallega» compuesta por unos «señores feudales incapaces de ver más allá de su castillo y celosos de sus privilegios». Destacó que el objetivo de sus rivales es exclusivamente «echar a un tal Feijoo». Y, por ello, advirtió de que «el reto en Galicia no es que gane un determinado partido, sino que prevalezca un modelo de gobierno frente a otro que aspira a no dejar gobernar». «No me presento para ganarle a las mareas, sino para ofrecer un Gobierno sólido a los gallegos» señaló Feijoo, que explicó que «mareas» son 42 partidos más Podemos. «¿Cuál de los 42 partidos es el principal rival para la presidencia?», se preguntó.
Arropado por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por una nutrida representación ministerial, por la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y por toda la cúpula del PP, Feijoo defendió su gestión y aseguró que Galicia está hoy mejor que cuando él llegó al Gobierno a pesar de que «no han sido ocho años fáciles» y de que los recursos para gastar en todo este período han sido «escasos».
El líder del PPdeG no oculta que el resultado de las elecciones gallegas puede influir en la formación de Gobierno en Madrid, aunque advirtió de que «los gallegos no pueden arreglar la situación de colapso en España». Con el argumento de que sería pecar de inmodestia, rechazó la tesis de que su tercera mayoría absoluta serviría para «apuntalar» a Rajoy, como ocurrió en el 2009 y el 2012. Y señaló que el PP nacional solo debería estar «preocupado» en el caso de que el PPdeG no fuera el partido más votado en Galicia. En lo personal, Feijoo rechazó que un nuevo éxito electoral en las gallegas le abra las puertas de la política nacional porque, según defendió, él ya es un político nacional y «nadie puede ir donde ya está». «Estoy en la política nacional y quiero ser presidente en Galicia», concluyó.