La información del móvil de Diana Quer hasta que se desconectó será recuperada

El teléfono móvil de Diana Quer está llamado a ser la brújula que guíe a los investigadores en este caso, que hasta no hace tanto era un complejo rompecabezas con diferentes hipótesis verosímiles pero contadas certezas. Es por eso que el dispositivo ha sido sometido en Madrid, durante todo el fin de semana, a diferentes procesos tecnológicos para obtener hasta el último dato que almacena. De lo que se estaba seguro ayer, tras dos días de trabajo continuo, es de que la información que almacena el celular, hasta el mismo momento en el que se apagó, es recuperable. Y esto supone un gran avance para la Guardia Civil, que podrá apuntalar y avanzar en las líneas de investigación que se dan por ciertas y descartar otras menos fiables.

El objetivo final de este minucioso trabajo, tal y como publicó La Voz el domingo, es la información que custodia la tarjeta sim, una pieza que, por suerte, ha resistido bien al entorno de lodo en el que estuvo enterrada, al menos, dos meses. Es más, la pieza no se ha visto afectada por el proceso de fermentación, provocado por el sol, de este material arcilloso. Un hecho que, cabe decir, nada tiene que ver con el azar, y sí con la resistente aleación con la que se fabrican las tarjetas sim, que tardan mucho más tiempo en degradarse. Lo que no ha trascendido todavía es el tiempo que puede llevar este trabajo, a pesar de que se está poniendo todo el empeño posible en ello. Lo que sí se sabe es que se trata de un proceso de recuperación, según fuentes de la investigación, que ha sido aplicado, por ejemplo, no hace tanto tiempo en una investigación por narcotráfico en la misma ría de Arousa.

Claves personales

El teléfono de Diana Quer es un iPhone 6 Plus que operaba a través de la compañía Movistar. La empresa fabricante, Apple, trabaja con un sistema de memorias codificada que resulta imposible de desbloquear. Algo que, en este caso, no resulta necesario, ya que los agentes cuentan con las claves que manejaba la joven desaparecida para acceder a este dispositivo o la tableta, de la misma marca, con la que estaba sincronizado el móvil. La tarjeta sim, aclaran las mismas fuentes, es el nexo de unión entre el dispositivo y la compañía operadora. Por eso, ahora, los esfuerzos se focalizan en acceder a dicha pieza. Entre los trabajos a realizar, o ya completados, figura la retirada de la gaveta de la tarjeta sobre la que se trabaja, para luego colocarla en un aparato vibrador para que se suelten los restos adheridos.

Lo siguiente será reintegrar esta pieza en una placa virgen de Apple para activarla. Todo este proceso se complementa con la manipulación de las tres memorias del dispositivo: la interna, la ram y la flash. Aquí cabe aclarar que el agua, cuando entra en contacto con un celular, al menos de la marca iPhone, afecta siempre al sistema de alimentación, pero no al resto del aparato, que cuenta con un sistema de protección. Por eso las tres memorias citadas pueden ser reinstaladas en una placa del mismo fabricante para recuperar la información deseada hasta el mismo momento en el que ese móvil se apagó por última vez. Estas tres memorias, y la tarjeta sim mencionada, se colocarán en la misma placa base para completar la ansiada recuperación de la información que se busca.

Huellas y geolocalizador

El hecho de que los agentes cuenten con las claves de los dispositivos que utilizaba Diana Quer hace que no sea necesario recurrir al sistema de huellas dactilares con el que se desbloquea el teléfono de la joven madrileña. Otro dato importante que aportará el móvil, y que permitirá constatar que las señales que ubican el teléfono en Taragoña en la madrugada del 22 de agosto, es el geolocalizador, que dará las posiciones exactas en las que estuvo aquella noche el dispositivo, así como otra información muy relevante con la que confirmar las tesis policiales actuales o abrir nuevas líneas de investigación con individuos de los que no se tenía constancia.

 

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