Redjimi, también argelino, vivía en Tufións, Cereixo
29 nov 2016 . Actualizado a las 07:27 h.Hace tres años que el argelino Abdelkader Redjimi se empadronó en la pequeña localidad de Tufións (202 habitantes), en la parroquia vimiancesa de Cereixo. Ayer, el número 85 de este tranquilo lugar fue tomado por las fuerzas de seguridad desde primera hora de la mañana, para sorpresa de los vecinos y también de muchos conductores, debido al amplio dispositivo desplegado ante la vivienda unifamiliar situada justo al lado de la carretera. La noticia de la detención de Redjimi -Kader, como lo conocían en el entorno- por su presunta vinculación a una red de captación de yihadistas y adoctrinamiento enseguida se expandió en la zona. El joven, de 33 años, había unido su vida tiempo atrás a la de una vimiancesa, con la que residía en Tufións.
En el mismo hogar viven dos chicas de unos 15 y 17 años, hijas de una relación anterior de la mujer, y un pequeño de 13 meses que Abdelkader y su pareja tuvieron en común, así como la madre de la joven y una tía abuela de esta última (tía de la madre), ya de avanzada edad. Según pudo saberse, se estaba tramitando además el permiso de residencia y empadronamiento, en esta misma vivienda, para un hermano de Abdelkader. Así lo explicó el regidor vimiancés, Manuel Antelo, que ayer se desplazó a Tufións durante el operativo y que posteriormente accedió a la vivienda para poner a disposición de la familia, en la medida de lo posible, la ayuda de los servicios sociales municipales. Lo hizo una vez que las fuerzas de seguridad abandonaron la zona, después de la salida del joven argelino pasadas las doce de la mañana. Tras un breve paso por el cuartel de Vimianzo, Redjimi fue trasladado directamente a Madrid, según pudo conocerse.
En las pesquisas de las fuerzas de seguridad se requirió servicio de traducción. Por otra parte, y en principio, en la vivienda no se hallaron ni explosivos ni tampoco armas. Así se lo comunicó el coronel de la Guardia Civil al alcalde. Últimamente, el joven Abdelkader había trabajado en una explotación ganadera muxiana y, más recientemente aún, en una empresa maderera radicada en Fisterra.
El operativo, iniciado sobre las seis de la mañana, sorprendió a la familia. Pensaron incluso que se trataba de un robo, debido a que los agentes echaron la puerta abajo, según le explicaron al regidor. Una vez que las fuerzas de seguridad se fueron, la madre de la pareja de Redjimi rehusó dar detalles. Nerviosa, dijo que aún intentaban asumir lo sucedido y la información que se les había facilitado sobre la operación. La compañera del argelino, por su parte, acudió con una de sus hijas al cuartel vimiancés, donde le tomaron declaración. A su salida, rechazó hablar.
La noticia causó estupor en la localidad, en la que los vecinos tienen muy buenas palabras para los residentes en esta casa, por honrados y trabajadores, e incluso también para el joven ahora detenido, del que algunos reseñan un carácter afable. Al igual que Ricardo Pérez, presidente de la entidad vecinal, también el regidor Manuel Antelo, se declaró sorprendido: «Vimianzo é un pobo tranquilo». Incidió en que en el municipio no hay una población árabe importante y que aquellos que hay están integrados, vinculados con los mercados ambulantes e incluso con ayudas por parte del Concello y oenegés, por lo que lanzó un mensaje tranquilizador a los residentes. Sin embargo, las fuerzas de seguridad ya venían sospechando de algunas de sus actividades e incluso fue detenido por un robo.