Feijoo pide un modelo de financiación autonómica aunque Cataluña no quiera participar
GALICIA
Advierte que sin un plan financiero, «este país sería imposible de gobernar»
30 ene 2017 . Actualizado a las 20:37 h.El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado hoy que el de la nueva financiación autonómica «no es un debate identitario» y ha abogado por sacar adelante la reforma incluso en el caso de que una comunidad, en alusión a Cataluña, «no quiera participar». «Me preocuparía si no se pudiera, este país sería entonces imposible de gobernar», ha añadido Núñez Feijóo durante la conferencia-coloquio que ha protagonizado en el Club Siglo XXI, en la que ha dejado clara su oposición a la actitud mostrada hasta la fecha por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont: «Si no quieres hablar, es imposible».
Se visualizó ese desdén en la pasada Conferencia de Presidentes, a la que no fue el máximo representante de los catalanes. La ausencia no enturbió el éxito de una cumbre que evidenció, a entender de Feijoo, que los allí reunidos, fueran del PP o del PSOE, coincidieran en que los recursos de sus comunidades están destinados a la financiación de los servicios, no de los territorios.
Como ha recordado, las partidas en sanidad, educación y servicios sociales acaparan el 80 % de los presupuestos regionales. No es por tanto «un debate identitario el de la financiación autonómica», y ésta es una premisa que tiene clara el Gobierno de Mariano Rajoy hasta el punto de que, según sus palabras, «no aprovechará la posibilidad de llegar a un acuerdo para beneficiar a una comunidad concreta».
Cataluña ha sido el trasfondo de otras críticas vertidas por Feijóo. Así, ha considerado «un delito gravísimo» esa supuesta recopilación «ilegal» de datos fiscales de los contribuyentes, y más si la revelación procede de un juez como Santiago Vidal. De paso, ha recalcado que si la información tributaria de los ciudadanos catalanes está envuelta en dudas, queda afectada la democracia.
Para el presidente de la Xunta, por otra parte, Cataluña no está en condiciones de reclamar un planteamiento soberanista cuando ni siquiera tiene autonomía financiera, ya que está sujeta a mecanismos como el FLA (de hecho, la catalana es la comunidad que más ha recibido de este Fondo, según Hacienda). Galicia es un caso diferente, pues ha cumplido el déficit de 2015 y de 2016 y su volumen de deuda sobre el PIB regional es cinco puntos inferior a la media del resto de comunidades. Cumplir le da autonomía financiera y autogobierno. Feijóo, irónicamente, ha afirmado por ello que no le ha ido «mal» poniendo en práctica una gestión austera. Sobre la política tributaria de cada comunidad, ha defendido precisamente que si una comunidad se ajusta al déficit, baje impuestos, pero nunca al revés.
La Comunidad de Madrid está en el centro de esta discusión, como se puso de manifiesto en la Conferencia de Presidentes, ya que Andalucía cuestionó que deje tributos en cero, como el de sucesiones, creando así una suerte de «dumping» fiscal. Preguntado por ello, Feijóo se ha remitido a la Ley de Estabilidad Presupuestaria, porque es la que determina que aquellos gobiernos que no cumplan el déficit, no pueden reducir cargas impositivas. Subir tipos, por consiguiente, conduciría a que las comunidades que sí se ajustan, paguen esas medidas. «Madrid ha cumplido en la mayoría de los años, aunque otras veces no», se ha limitado a decir acto seguido. En lo que sí ha sido tajante es en augurar protestas si Galicia, comunidad cumplidora, no recibe el trato adecuado por ello en la nueva financiación.
El presidente gallego ha pronunciado una conferencia centrada en lo que ha llamado sus «preocupaciones», entre ellas el radicalismo de partidos, líderes políticos y medidas que despojan la política de su sentido: buscar entendimientos, tender puentes. Por ello, aunque haya sido en el coloquio posterior, se ha reconocido preocupado por la «inestabilidad interna» del PSOE, al que ha pedido que atienda al interés general (aprobación de próximos Presupuestos, por ejemplo) y que se aparte de «la nueva política», basada en el tuit y la radicalidad de esos «nuevos partidos» que en tres años de vida están partidos «en tres trozos».
Tampoco ha evitado Feijóo la situación del PP cara al congreso de dentro de dos semanas, ni cuestiones a debate en el seno de su partido, como la maternidad subrogada, sobre la que ha sugerido un posicionamiento a favor. En cuanto a cómo será el PP que salga de ese congreso, ha reclamado «respeto» para la secretaria general, María Dolores de Cospedal, de la que ha defendido su gestión en ese cargo y cuyo futuro ha recordado que depende sólo de Mariano Rajoy.