Un agente por cada 300 gallegos

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

JOSE PARDO

Galicia necesita mil profesionales más para cubrir el déficit en las plantillas de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Pese a todo, la criminalidad sigue bajando

20 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Hemos pasado años difíciles». La frase, del delegado del Gobierno ante un grupo de guardias civiles a finales del 2016, viene a reconocer las carencias que la crisis ha reflejado en las plantillas de las fuerzas de seguridad del Estado. No ha sido ajena a esa circunstancia Galicia, donde la reposición de agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil ha sufrido un frenazo similar al del resto de España. En Galicia hay actualmente 7.809 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, a los que hay que sumar los 440 existentes en la policía Autonómica. Para completar el catálogo de puestos de trabajo de estos tres cuerpos dedicados fundamentalmente a la seguridad de la población harían falta unos mil agentes más. Son momentos de recortes, suplidos por el «permanente esforzo de inventiva e actitude» que destacó recientemente el general Alonso Miranda de los guardias civiles a su cargo en la comunidad. A ese esfuerzo de guardias civiles y policías nacionales también se refiere el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva: «El descenso, por cuarto año consecutivo, en los índices de criminalidad de Galicia es un claro reflejo del gran trabajo que realizan los cuerpos y fuerzas de seguridad, a los que felicito por su profesionalidad y compromiso».

Tiene razón Villanueva al destacar la labor de policías y guardias civiles. Galicia, con un agente por cada 300 habitantes, mantiene unos índices estadísticos de seguridad que la convierten en una de las comunidades con menores tasas de criminalidad. «Galicia está desde hace años entre las cuatro comunidades más seguras de España, que además es uno de los países más seguros de la Unión Europea», recuerda Villanueva. Se refiere el delegado del Gobierno al balance de delincuencia que maneja el Ministerio del Interior y según el cual en Galicia se tuvo conocimiento de 74.536 delitos, lo que supuso un descenso respecto al 2015, cuando se contabilizaron 76.620. «Ese descenso del 2 % en criminalidad en el año que acaba de finalizar es un dato muy bueno», afirma el delegado del Gobierno, quien está convencido de que «se seguirá trabajando para mantenerlo y seguir bajándolo».

El descenso de los delitos ha sido generalizado. Solo se ha detectado un incremento considerable, de casi el 6 %, en el número de robos de vehículos. Claro que esos datos, evidentemente positivos, poca satisfacción le supondrán a quienes hayan sido víctimas de alguno de esos delitos. Como ocurre con los denominados robos con fuerza en domicilios. Esos asaltos que se repiten con demasiada frecuencia en Galicia (10 al día) y que generan una importante preocupación en la población. «Entran en tu casa y violentan tu intimidad. Es uno de los delitos que más influyen en la sensación de inseguridad de la población», explica un mando policial.

Los expertos señalan que, en el caso de Galicia, los robos en domicilios hay que enmarcarlos en ámbitos temporales, con subidas y bajadas puntuales. Los picos suelen coincidir con la llegada de bandas itinerantes. La Guardia Civil cree que son grupos organizados que eligen Galicia como objetivo temporal. No tienen un asentamiento fijo en la comunidad y destacan por su facilidad para los desplazamientos. Dan los golpes y se marchan. Están poco tiempo y por eso son los más difíciles de localizar.

El SUP lamenta la falta de personal y Aprogc dice que la atención al ciudadano es peor

Pese a los datos positivos en cuanto a la delincuencia registrada en Galicia, las vacantes sin cubrir suponen un problema para la organización del trabajo por parte de las fuerzas de seguridad del Estado. La Policía Nacional es la que presenta una mayor carencia en la plantilla debido al parón en la reposición de efectivos de los años de la crisis. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) es una de las organizaciones más críticas con el Gobierno central. Este sindicato asegura que la Policía Nacional tiene en Galicia un déficit de personal del 20 %, y acusa a la Dirección General de la Policía de «obviar la situación límite que sufren la mayor parte de las plantillas policiales de la comunidad». El SUP dice que esta carencia de policías «está provocando el cierre parcial o total de comisarías y servicios, el desmantelamiento de grupos de investigación y el desvío de servicios que son competencia de la Policía Nacional a otros cuerpos de seguridad». Roberto González, secretario del SUP en Galicia, tuvo oportunidad el pasado 14 de febrero de transmitir sus reivindicaciones directamente al delegado del Gobierno en Galicia. Acompañado por la secretaria provincial del colectivo en A Coruña, Sandra Castro, el responsable del SUP en Galicia le expuso a Villanueva su «preocupación por el déficit de personal que sufren las plantillas de la Policía Nacional en Galicia y el descontento por las pocas plazas convocadas en el próximo concurso general de méritos de la escala básica y de subinspectores». El delegado del Gobierno se comprometió a trasladar las quejas del SUP Galicia a la Secretaría de Estado de Seguridad y a la Dirección General de la Policía.

La situación afecta por igual a la Guardia Civil. La asociación Aprogc sostiene que «la falta de reposición efectiva de empleo público en lo que se refiere a la Guardia Civil ha supuesto una falta de efectivos generalizada en la plantilla». El colectivo señala que a esa falta de agentes hay que añadir la entrada en vigor de la normativa que regula la jornada y horarios del personal de la Guardia Civil, una norma que ha supuesto un gran avance en las condiciones laborales de los guardias civiles y en la conciliación profesional y familiar, pero que también ha supuesto una pérdida de potencial importante. Aprogc cree que la atención al ciudadano «ha empeorado porque disminuye el número de agentes en la calle».