Tráfico cree que a los reincidentes en alcohol hay que darles «el tratamiento adecuado»

José Manuel Pan
josé manuel pan MADRID / LA VOZ

GALICIA

Resultados del carné por puntos
La Voz

Ante un conductor con esos problemas, «la competencia de la DGT es que ese señor no conduzca y vaya a rehabilitación»

25 feb 2017 . Actualizado a las 09:49 h.

«Más de 1.100 muertos en accidentes de tráfico merecen un debate sobre seguridad vial». Pere Navarro, director general de Tráfico en el 2006, cuando se puso en marcha el carné por puntos, ve necesario realizar cambios en la política de seguridad vial y, en especial, del sistema de infracciones recogidas en el permiso por puntos. Navarro expuso esa opinión en el foro de seguridad vial que la Fundación Pons organizó en Madrid para analizar el futuro del carné por puntos. ¿Sigue siendo útil pasados diez años? ¿Hay que hacerle modificaciones? ¿Cómo se puede volver al descenso continuado de accidentes y de víctimas en las carreteras españolas? «Es momento de hablar de futuro. Tenemos una casa que hemos construido entre todos y hay que mejorarla». Es la primera conclusión de Ramón Villalba, responsable de la unidad de ordenación normativa de la Dirección General de Tráfico. Reconoce que el permiso por puntos es «una gran herramienta» a la que hay que hacerle modificaciones para que siga manteniendo su efectividad. El representante de la DGT admite que la renovación del sistema de puntos se plantea tras el repunte de la siniestralidad del año pasado: «Si hubiéramos seguido rebajando las cifras de muertes no haría falta plantearnos modificar el permiso por puntos, pero como no estamos en esa situación llega el momento de acometer algunos cambios».

Pérdida de vigencia del carné

Y uno de esos cambios se refiere al tratamiento de los reincidentes en infracciones graves como la conducción bajo la influencia del alcohol o con la presencia de drogas en el organismo. La DGT cree que la respuesta punitiva que se está dando quizá no es la adecuada y habría que tomar otras medidas cuando se dan esas circunstancias. El portavoz de la DGT apuesta por la utilización de una herramienta recogida en el Reglamento General de Conductores, como es la pérdida de vigencia del carné por falta de aptitudes psicofísicas: «Es decir, que cuando haya un conductor que veamos, por alguno de los indicadores, que tiene problemas médicos, da igual que le quitemos puntos o no, lo que hay que hacer es tratarlo de manera adecuada». Y tiene muy claro que en ese caso «la competencia de la DGT es que ese señor no conduzca y que vaya al tratamiento rehabilitador correspondiente».

«Cuando ves que hay conductores que han hecho tres veces el curso de recuperación parcial de puntos por infracciones de alcoholemia y que tienen varias sanciones de alcohol asociadas, es cuando te planteas que a lo mejor la respuesta del sistema no es la adecuada, y hay que empezar a considerar a esas personas como enfermas y darles el tratamiento adecuado». Razona Villalba que a ese tipo de conductor reincidente «lo podemos mandar a hacer el curso una o diez veces, pero probablemente no estemos haciendo lo mejor desde el punto de vista de que esa persona no conduzca, que es nuestra competencia».

«España tiene un problema»

A la vigilancia del alcohol en la conducción se han sumado en los últimos años las políticas de control de drogas a los conductores, que han revelado que «España tiene un problema muy serio de salud pública porque hay muchos conductores que se ponen al volante habiendo consumido sustancias», explica el representante de la DGT, quien cree que hay que analizar «en qué casos la respuesta punitiva no es la adecuada en vía administrativa ni incluso en vía penal».

Villalba tiene claro que hay que hacer un análisis «para reflexionar sobre si el mantenimiento de la detracción de puntos es el adecuado». Recordó que «se habla de poner el punto de mira en la velocidad y en el teléfono móvil. Pues habrá que analizar si es así o no». Y en ese aspecto el argumento del alto cargo de Tráfico coincide con el hecho de que casi la mitad de los puntos retirados en los diez años de vigencia del permiso han sido por exceso de velocidad. La DGT quiere centrar en este año 2017 el análisis de los problemas de la sociedad actual sobre qué infracciones están asociadas a la accidentalidad y deben seguir en el sistema de puntos. Villalba cree que las infracciones que se incluyan en el catálogo del sistema de puntos «deben ser pocas y claras». Y las asociadas a la accidentalidad son, además del alcohol, los excesos de velocidad y las distracciones, que siguen manteniéndose como las primeras causas de accidente mortal en las carreteras españolas.

La conclusión definitiva es que el carné por puntos es, para los responsables de la seguridad vial, una buena herramienta para reducir la siniestralidad, pero que es necesario abordar cambios importantes en el catálogo de infracciones, endureciendo las que están más relacionadas con la accidentalidad grave. Los cambios están a las puertas. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ya dejó claro en sus distintas comparecencias públicas, la última ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, que la renovación del carné por puntos es uno de los objetivos de la DGT que dirige Gregorio Serrano.

Francia, Alemania y el Reino Unido también renovaron el sistema

El propio Pere Navarro planteó el punto de partida del debate sobre la renovación del carné por puntos cuando recordó que los principales países que obtuvieron resultados positivos con este sistema de sanciones también realizaron modificaciones cuando comprobaron que dejaba de tener influencia en el tráfico y en el comportamiento de los conductores. Navarro puso el ejemplo del Reino Unido, Francia y Alemania, que tomaron nota de las deficiencias que comprobaron con el paso de los años y afrontaron la actualización del permiso por puntos.

Los británicos reformaron su sistema de permiso por puntos en 1995, trece años después de su puesta en marcha; los franceses hicieron los cambios en 1999, veinticinco años después del comienzo del sistema, mientras que los alemanes efectuaron cambios en su carné por puntos en el 2000, once años después de su implantación. España será la próxima en renovarlo pasados casi once años desde su entrada en vigor en el mes de julio del año 2006.