Las ciudades gallegas se adelantan a los nuevos límites que aprobará la DGT

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

A 30 POR HORA. Las ciudades gallegas se han adelantado a las nuevas medidas urbanas que plantea la DGT y han empezado a establecer límites de 30. En la foto, la calle Juan Flórez, en A Coruña
A 30 POR HORA. Las ciudades gallegas se han adelantado a las nuevas medidas urbanas que plantea la DGT y han empezado a establecer límites de 30. En la foto, la calle Juan Flórez, en A Coruña MARCOS MÍGUEZ

Han empezado a establecer calles 30 y a diseñar más espacios para el peatón

03 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Hemos visto la ciudad silenciosa, limpia y tranquila, y el ciudadano no se va a resignar al ruido, a la congestión y a la contaminación». Así expresaba en una entrevista el director general de Tráfico, Pere Navarro, el cambio experimentado en las ciudades durante el estado de alarma, con menos coches y con más espacios destinados a los peatones. Ha sido el «empujoncito», decía, hacia la nueva movilidad, la que traerá mayor convivencia en el ámbito urbano entre coches (cada vez más limitados), motos, bicicletas, patinetes y, por encima de todo, los peatones. El coche será cada vez menos protagonista en las calles. No parece haber vuelta atrás en eso.

Pontevedra es la pionera en peatonalización y en limitación de la velocidad en su casco urbano, y los resultados han sido espectaculares. Este modelo de ciudad ha recibido decenas de reconocimientos, pero el más importante ha sido el de la desaparición de los accidentes graves. A la experiencia pontevedresa se están sumando el resto de las ciudades gallegas, con especial énfasis en A Coruña, Vigo y Lugo, donde se están diseñando espacios peatonales en sus calles más céntricas. Santiago y Ourense, y Ferrol en menor medida, también están en esa línea de destacar al peatón por encima del resto de los elementos móviles de las ciudades, que se están adelantando al nuevo orden diseñado por la Dirección General de Tráfico, más amable y más seguro con el ciudadano.

Ese nuevo plan para las ciudades está pendiente de que el Gobierno lo envíe al Consejo de Ministros. Es el real decreto de medidas urbanas que transformará la movilidad en las ciudades, con nuevas limitaciones. La velocidad genérica seguirá siendo de 50 kilómetros por hora, pero solo en las vías de dos o más carriles y grandes avenidas, ya que se reducirá a 30 en las calles de un único carril por sentido de la circulación, y a 20 por hora en los tramos de plataforma única, es decir, en aquellos que comparten acera y calzada al mismo nivel.

Calmar el tráfico

El decreto que la Dirección General de Tráfico tiene pendiente de aprobación plantea a las autoridades municipales la posibilidad de adoptar las medidas que consideren necesarias para realizar el calmado del tráfico, un concepto que incluye la aplicación de técnicas de diseño de las calles para aumentar la seguridad vial.

La movilidad urbana es una prioridad. El propio Ministerio de Transportes ha elaborado un programa con recomendaciones para fomentar el uso de la bicicleta en las ciudades. Propone la creación de corredores seguros que comuniquen los centros urbanos con polígonos industriales, campus universitarios y municipios vecinos. Otra de las recomendaciones de este ministerio es el de reservar para las bicicletas el carril derecho de las grandes avenidas y la ya conocida reducción de la velocidad máxima a 30 en las calles de un carril y un solo sentido. «El objetivo final es lograr ciudades más amables y más seguras», insisten desde la DGT.

A la espera del real decreto que el Gobierno tiene en el cajón

La falta de Gobiernos estables de los últimos años fue dejando a un lado la apuesta por la seguridad vial, con proyectos que han quedado congelados a la espera de mejores tiempos. Así ha sucedido con el decreto de medidas urbanas elaborado por el equipo que dirige Pere Navarro y que permanece en algún cajón a la espera de que el máximo responsable de Interior, Fernando Grande-Marlaska, lo presente para su aprobación en algún Consejo de Ministros. Es el decreto que fija las nuevas velocidades máximas en las ciudades y que está llamado a transformar la movilidad urbana. Mientras el proyecto no ve la luz, muchas ciudades, entre ellas las gallegas, se han adelantado ya a esa nueva normativa y están priorizando los espacios peatonales y las calles 30.