El mago presentará su nuevo espectáculo «al estilo Las Vegas» en A Coruña y Vigo entre los días 29 de diciembre y 4 de enero
11 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Él mismo se define como «un mago del siglo XXI». Jorge Blass (Madrid, 1980) es algo más que el ilusionista español de moda. El mismísimo David Copperfield le ha comprado alguno de sus trucos más famosos. Esta semana estuvo actuando en Dinamarca y mañana lo hará en Dubái, con el espectáculo que entre los días 29 de diciembre y 4 de enero presentará en A Coruña y Vigo. Un montaje con 9 personas sobre el escenario, -«al estilo de Las Vegas», apunta- y en el que, además de bailarinas y un guion repleto de humor, asegura, se va a desnudar «personal y artísticamente». Aquel niño que a principios de los noventa recorría las tiendas de magia de Madrid, de la mano de su madre, quiere mostrar también su faceta más íntima. Aparte de un excelente mago es también un comunicador nato.
-¿Es esta la magia del siglo XXI a la que se refiere?
-Esto y mucho más. La magia es el arte de la sorpresa, pero nuestro trabajo es cada vez más innovador, en la puesta en escena, en la presentación, en el uso de la tecnología, incluso de esas redes sociales que tanto usamos y que también sirven para crear ilusiones, ya lo veréis los que vengáis a mis actuaciones de Galicia... al final se trata de que la gente crea que es posible lo imposible.
-¿Se sorprende igual un espectador de Dinamarca que uno de Dubái, por citar sus dos últimos escenarios?
-Sí, la magia es global, pero las reacciones son diferentes. En Europa somos más tranquilos al expresar nuestra admiración. En América y Asía, por ejemplo, son mucho más escandalosos.
-¿Y también si le falla el truco en plena actuación?
-En ese caso (se ríe) siempre me gustaría poner en práctica otro: desaparecer yo del escenario. Inmediatamente. Muchas veces he fallado y lo he pasado fatal, pero esos errores a la larga te fortalecen, te llevan a practicar más y más. Hay ideas que desde que han surgido en mi cabeza hasta que he conseguido ponerlas en práctica, han pasado cuatro años.
-¿Qué pesa más en el éxito de un mago, el talento o la preparación?
-Sin duda, esto último. El talento te puede dar más facilidad en tu trabajo, pero la vocación y, sobre todo, las horas que le eches es lo fundamental.
-En su caso, además, hay una formación paralela, porque estudió Psicología...
-Sí. La magia tiene mucho de psicología. Puede ser tan complicado hacer desaparecer una moneda como un elefante. Aparte de la técnica que elijas también están las argucias psicológicas que facilitan esa ilusión entre el público.
-Una combinación que ha llevado a algunas empresas a requerir sus servicios y que, junto a su faceta como escritor («Magia para no dejar de soñar» y «La fuerza de la ilusión»), sus colaboraciones televisivas y en el cine («Pájaros de papel») le convierten en todo un personaje multimedia.
-Hoy en día, el éxito de las empresas ya no es solo ofrecer un buen producto o un buen servicio, también hay que motivar a los empleados, que crean en lo que trabajan, hay que innovar en las técnicas de venta, esforzarse en transmitir ilusiones, ofrecer soluciones alternativas a las habituales... en el fondo es lo mismo que hacemos los magos. Steve Jobs o Bill Gates abrieron ese camino y hoy en día las grandes empresas que triunfan hacen magia: fomentan sus virtudes, maquillan los defectos y sorprenden a su clientela. Y fíjate si tienen relación con el ilusionismo que ¡ja,ja! además se ha convertido en los grandes mecenas de nuestros espectáculos.
-Decía en una reciente entrevista su colega gallego Pedro Volta que la magia es el único arte en el que es honesto engañar...
-(Se ríe) Bueno, es así, pero es un engaño entre comillas. Por eso mi espectáculo se llama precisamente Palabra de mago. Somos unos tramposos honestos, porque avisamos de que en el fondo hay un truco, es un engaño sano en el que también hay una predisposición del público a que lo engañen entre comillas. No es el caso de los mensajes de algunos políticos o de los publicistas que aseguran que no hay trampa ni cartón.
-¿Y usted qué le promete al público gallego que está pensando en acudir a «Palabra de mago»?
-Este es el show más grande que he tenido en mi carrera. habrá de todo, desapariciones, transformaciones, tecnología, una impresora 3D de personas... y también mucho humor. Si ellos ponen su complicidad será un magnífico espectáculo.