Pablo Hernández: «Me ha costado tanto llegar hasta acá, como para tirar la toalla»

Cuando Pedro Pablo Hernández (San Miguel de Tucumán, Argentina, 1986) hizo las maletas y puso rumbo a Vigo no se esperaba que su primera temporada en el Celta le costase tanto. Las lesiones marcaron el inicio y la dificultad para adaptarse al fútbol español y encajar en el diseño del equipo hicieron el resto. A pesar de que ha ido perdiendo protagonismo, el Tucu no tira la toalla. Asegura que no escatimará en esfuerzos para ganarse más minutos y que, ya sea en el once o en el banquillo, trabajará siempre por el bien del Celta. «Yo lo que quiero es que el equipo ande bien, y trato de aprovechar esta experiencia al máximo».

-Supongo que la situación que vive ahora es distinta de la que podía esperarse.

-Seguro, pero es en estos momentos cuando uno tiene que estar más tranquilo y trabajar el doble sabiendo que cuando puedas estar, has de tratar de aprovechar las oportunidades al máximo para convencer al técnico de que puedes tener más minutos.

-¿A qué atribuye que le cueste hacerse con un sitio en el once?

-Creo que el equipo está asentado y jugando muy bien. Cuando me tocó estar en el once, mis compañeros me apoyaron, y ahora que el equipo funciona bien me toca apoyar desde fuera y darles fuerza. Cuando me toque algún recambio, tengo que hacerlo de la misma manera que el jugador que sale.

-A medida que se han sucedido los partidos ha ido perdiendo protagonismo hasta convertirse en suplente habitual. ¿Cómo se afronta esa situación?

-Hay que encararla con tranquilidad. En estos momentos los nervios o la preocupación juegan en contra. Es importante saber esperar el momento. No me voy a poner nervioso ni en contra del técnico porque no estoy jugando. Al contrario, apoyaré siempre a mi equipo. La única forma de salir de esto es trabajando y cuando toque estar, aprovecharlo. Ahora es difícil hablarlo desde fuera, pero si me pongo nervioso o pienso de otra forma, no me va a favorecer.

-¿Es la primera vez que se ve en el banquillo?

-Sí, la verdad es que donde he estado siempre he jugado. Ahora me toca estar una situación a la que no estoy acostumbrado, pero en el fútbol a todos nos pasa.

-Llegó generando muchas expectativas. ¿Cree que eso le pasó factura a nivel de rendimiento?

-Puede que por el hecho de que se hablaba mucho de mí en ese momento intenté satisfacer a otra gente, y en eso me he equivocado. Debería haber hecho mi juego y no intentar demostrar más de lo que puedo hacer. Ahora lo más importante para mí es ayudar al Celta y tratar de lograr muchos más minutos que me puedan acercar a la Copa América. Ojalá se me pueda dar la oportunidad. Lo que quiero es demostrar lo que yo puedo hacer. Tengo que estar bien conmigo y tratar de tener la cabeza tranquila y tener confianza.

-De uno a diez, ¿dónde está su nivel de confianza?

-Es difícil responder, pero tengo que pensar en mi familia, en lo que me costó llegar acá, así que mi confianza va a estar siempre en diez puntos. No puedo permitirme decaer ni abandonar esto ni darlo por perdido todo. Me costó muchísimo llegar acá, así que mi confianza tiene que estar a diez puntos.

-Todavía tiene tres años de contrato con el Celta, pero ¿en algún momento ha pasado por su cabeza tirar la toalla?

-Eso sería lo más fácil, pero me costó tanto llegar acá, que me van a tener que sacar no sé con qué, no voy a tirar la toalla. No voy a dar por perdido este lugar. Estoy en un gran club, una gran ciudad en la que mi familia y yo estamos a gusto, y no puedo abandonar. Siempre me ha costado todo, y esto no es nada en comparación con lo que he pasado cuando me tocó arrancar, así que estoy en un lugar magnífico en el que me tratan bien. No me quiero ir, quiero quedarme, pelearla y demostrar que puedo estar en el Celta.

-Todavía le quedan catorce partidos de esta temporada. ¿Puede revertir su situación?

-Sí, quedan catorce partidos y trataré de aprovechar los minutos que tenga. Estos partidos me han dado más tranquilidad y se ha podido ver otro juego. Ojalá me toque estar muchos más minutos y pueda ayudar al equipo.

«Hemos hablado, y jugar un poco más atrás me puede resultar más ameno»

Al Tucu Hernández le ha costado más de lo esperado adaptarse al fútbol español, y, como recuerda, sus comienzos no ayudaron.

-Le ha costado más de lo esperado tomar el pulso del fútbol español.

-Por ahí creo que también ha influido que la lesión me dejó sin pretemporada, y es importante para un jugador; ahí ya empezamos mal. Me rompió la ilusión de poder haber jugado más partidos, aunque aun así estoy contento con los encuentros que he jugado. Siempre traté de hacerlo lo mejor posible y he disfrutado al máximo. Además, el equipo ha funcionado bien, los jugadores saben lo que quiere el técnico, y en una situación así es complicado poder entrar.

-A estas alturas de Liga, ¿cree que ya puede decir que está adaptado?

-Sí, cuesta un poco pillarlo, pero los partidos que me tocó jugar me sirvieron de experiencia y decidimos cambiar algunas cosas. Cuando te toca jugar, te das cuenta. Ahora las cosas las ves más claras.

-¿Cuál ha sido el gran cambio entre lo que hacía en Chile y lo que se le propuso en el Celta?

-Me tocó combinar posiciones que no eran las adecuadas para mi estilo de juego. El hecho de ser mediapunta en donde hay mucha gente que necesita jugar mucho más rápido no encaja con mi estilo, mi estilo es más pausado y más tranquilo, esa posición no me favorece mucho

-Ahora Berizzo está modificando más el esquema, pero en el 4-3-3 era difícil encajarlo.

-Sí, era difícil porque hay jugadores para cada posición en donde lo que están haciendo, lo hacen bien. Si cambia el esquema, tengo más posibilidades, pero si me toca jugar en el 4-3-3 y estar en el medio, lo aprovecharé. Eduardo se ha dado cuenta, hemos hablado de la posición donde me voy a sentir más cómodo, lo voy a disfrutar más y voy a entrar más en juego con el balón.

-¿Han hablado de recolocarlo?

-Hemos hablado y coincidido en que la posición de mediapunta no era la adecuada por el hecho de juntarse mucha gente y de que el balón tiene que ir mucho más rápido. Yo creo que por ahí la posición un poco más atrás, ver el juego mucho más, me puede resultar mucho más amena. Eso es lo que coincidimos con Eduardo.

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