Los de Berizzo supieron aguantar la ventaja y anular a los de Emery tras una primera parte para enmarcar
20 sep 2015 . Actualizado a las 17:35 h.El encuentro en el Pizjuán tenía un aliciente más allá de la importancia deportiva. Los celestes venían de una semana convulsa tras el empate ante Las Palmas y la victoria no hace más que reforzar la confianza del equipo.
El Celta saltó al Sánchez Pizjuán a por todas. Y funcionó. La primera parte de los de Berizzo fue de esas que se guardan en las hemerotecas como ejemplo de buen fútbol. Un torrente imparable de ataque y que encontró en el Sevilla a un rival completamente anulado en los primeros 45 minutos: sin juego, sin intensidad defensiva y completamente superado.
Los vigueses consiguieron explotar el espacio entre líneas del Sevilla. El trío formado por Nolito, Orellana y Aspas fueron una pesadilla para la defensa andaluza, y más cuando el danés, Daniel Wass, muy activo ofensivamente se enganchó al ataque para desquiciar a los de Emery. Tal fue así, que la primera ocasión la tuvo en sus botas tras un pase de Nolito. En apenas cuatro minutos, el Celta ya había generado cuatro ocasiones.
El Celta salió mordiendo y generando peligro y con una declaración de intenciones muy clara. Tan solo habían pasado 15 minutos cuando, tras una recuperación en el centro del campo, Orellana cambió el juego con Nolito que recibió para el mano a mano con Mariano. El de Sanlúcar perfiló para su diestra y soltó el clásico latigazo que sorprendió a Rico por el palo del portero marcando el primer tanto del encuentro.
El trabajo ofensivo de los vigueses no cesaba a pesar de estar ya por delante en el marcador. Incluso Hugo Mallo se atrevió a chutar desde fuera del área obligando a Sergio Rico a correr hacia atrás y tirarse muy cerca del palo.
La efectividad celeste durante el primer tiempo era brutal, las jugadas en el área del Sevilla era continuas y en una de ellas llegaría el segundo tanto. Tras una buena combinación, Nolito cambió el juego para Hugo Mallo, que se aprovechó de una horrible defensa de Coke y Kolo, para dejar la pelota a Wass que fusiló a Rico con un espectacular tiro cruzado. Suponía el 0-2 en el marcador.
El Sevilla se fue al descanso desquiciado, impotente y tan solo habiendo creado una ocasión de gol. Muy superado en el centro del campo y siendo incapaz de haber achicado la avalancha de juego que desplegó el Celta. 45 minutos prácticamente anulado, sin apenas crear peligro.
En la segunda parte, el eqiupo andaluz era consciente de la necesidad de sumar puntos y sobre todo de conocer la victoria, algo que en lo que va de Liga, todavía no ha probado. El Celta pasó del asedio a la portería de Rico a tener que remar para poder despedir la visita a Sevilla con una victoria. Y no empezó muy bien. Emery movió el banquillo en el descanso para meter a Llorente en el campo. Y fue el riojano el que en uno de sus clásicos cabeceos y tras un tremendo desajuste celeste en el lateral izquierdo, recortó distancias en el marcador. Pero los problemas para el Celta continuaban a modo de lesión. Cabral tuvo que salir del campo doliéndose del gemelo por Fontás, que durante la semana también había tenido problemas.
El empuje del Sevilla era notable en el segundo tiempo y al Celta le tocó tirar de oficio y capacidad para aguantar los tres puntos. Y así lo demostró. Berizzo movía el banquillo para meter a Radoja y sacar al Tucu y así tratar de dar más consistencia en el centro del campo y frenar el ímpetu del Sevilla. Le salió bien al argentino. Aún así, las ocasiones del Sevilla no frenaban. Krohn-Dehli apareció por la izquierda para chutar de rosca al larguero de Sergio Álvarez.
Los andaluces presionaban en el área y generaban peligro pero el Celta también tenía las suyas en las botas de Aspas, gracias a una asistencia de Nolito, el de Moaña lanzó un zurdazo que consiguió despejar Rico cuando la pelota apuntaba a la escuadra. Berizzo quiso darle descanso, para dar aire fresco arriba con Guidetti. El argentino acertó en los cambios y supo leer el encuentro. Con el tiempo ya cumplido, Jonny veía la segunda tarjeta amarilla que dejaba a los vigueses con inferioridad numérica y con una baja importante para la siguiente jornada.
Aprendió a sufrir el Celta para lograr tres puntos más, la tercera victoria en cuatro partidos que certifican el gran trabajo del conjunto celeste esta temporada. Diez puntos de doce. Ahora espera el Barça.
Ficha técnica:
1 - Sevilla: Sergio Rico; Mariano, Andreolli, Kolodziejczak, Coke; Krychowiak, N'Zonzi; Reyes (Konoplyanka, m.72), Banega (Llorente, m.46), Vitolo (Krohn-Dehli, m.30); y Gameiro.
2 - Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral (Fontás, m.58), Sergi Gómez, Jonny Castro; Augusto Fernández, Wass; Orellana, Pablo 'Tucu' Hernández (Radoja, m.62), Nolito; e Iago Aspas (Guidetti, m.79).
Goles: 0-1, M.15: Nolito. 0-2, M.25: Wass. 1-2, M.54: Llorente.
Árbitro: Santiago Jaime Latre (Comité Aragonés). Expulsó al céltico Jonny Castro al ver dos tarjetas amarillas, en los minutos 46+ y 90. Además, amonestó a los visitantes Sergi Gómez (m.06), Aspas (m.58), Hugo Mallo (m.71) y Orellana (m.87) y a los locales Banega (m.40), Krychowiak (m.51) y Reyes (m.64).
Incidencias: Partido de la cuarta jornada de la Liga Adelante disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante cerca de cuarenta mil espectadores. Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio en favor de los refugiados por conflictos bélicos, en una campaña promovida por la LFP y Unicef. Terreno de juego en buenas condiciones.