A redondear la semana fantástica

X. R. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El Celta trata de aislarse de los elogios para mantener su nivel de juego y resultados en Éibar

26 sep 2015 . Actualizado a las 14:00 h.

El Celta quiere completar de la mejor manera una semana que pasará a la historia. El triángulo se cierra en Éibar con el tercer partido en ocho días y después de las victorias sobre los dos campeones de Europa: Sevilla y Barcelona. Los vigueses buscan el pleno ante un rival directo en la lucha por la permanencia, el objetivo que ayer se encargó de recordar Berizzo.

La contienda de Ipurúa tiene gran parte de su resolución en el plano mental. En cómo afronten los célticos la contienda después del reguero de elogios que han recibido en los últimos seis días. Si el equipo entra al rectángulo armero con la misma mentalidad que en el Pizjuán o en Balaídos el pasado miércoles habrá dado el primer paso para superar a un adversario que también ha comenzado la temporada de la mejor manera posible y que hasta la fecha solo ha perdido un encuentro, en su última comparecencia en casa ante un efectivo Atlético de Madrid.

La segunda arista capital de la contienda la marca el apartado físico. El Celta es el equipo más en forma de la Liga, pero sus jugadores son humanos. Los celestes han hecho dos esfuerzos descomunales desde que el pasado domingo pusieran su contador a cero y en Éibar podrían pagar el esfuerzo. Por eso el Toto ha aparcado su decisión sobre el once a la espera de pasar revista al parte de daños en la mañana de hoy. Aun así, todo apunta a dos o más cambios con respecto al once más clásico. Guidetti podría tener la primera oportunidad saliendo de cara como nueve de referencia, Planas se perfila como el hombre de refresco para la línea de zagueros y en la sala de máquinas la duda estriba a adivinar quién le dejará su puesto al Tucu Hernández. Por cansancio debería ser Wass toda vez que Augusto jugará el último partido antes de pasar por el quirófano. Por el momento la única ausencia declarada es la del lesionado Fontás, cuya tendinopatía también ha llegado al sóleo y exige descanso.

El plan para Ipurúa será el mismo de siempre. Presión alta, control de balón e intensidad, con la premisa de sostener la posesión en campo contrario ante un rival que tiene la virtud de armarse bien por detrás del balón, pero que al mismo tiempo también exhibe un punto de indolencia y sabe qué hacer con el juego directo. Y que además, está avisado de cómo se las gasta el Celta después de los precedentes semanales.

Los azulgranas arrastran desde hace tiempo un reguero de bajas que apenas les han pasado factura, pero Mendilibar no podrá contar con siete de sus futbolistas de la primera plantilla y tendrá que completar la convocatoria con dos jugadores del filial. Aunque de otra forma, están reeditando el camino del curso pasado: apurar el paso de inicio como el camino más corto para seguir viviendo en Primera.

La contienda tendrá el plus añadido de que el Celta se juega continuar con su etiqueta de invicto y de paso seguir viviendo en lo más alto de la tabla acompañado a un Real Madrid que esta tarde recibe al Málaga en el Bernabéu.

La visita a Ipurúa será también otra prueba de devoción del celtismo hacia unos colores, ya que medio millar de aficionados (un 30 % del aforo) serán célticos. Todos ellos subidos a la ola de la ilusión.

Berizzo convoca a los 19 jugadores disponibles

El Celta viaja esta mañana, a las once, en vuelo chárter a Bilbao, con los 19 jugadores disponibles en la lista de convocados. Solo se queda en casa Andreu Fontás por sus problemas físicos.

En Éibar Berizzo tendrá que hacer un descarte, que debe salir de Señé o Drazic, que han sido habituales en la gradas en las últimas jornadas.

Tras el partido el equipo pernoctará en el Euskadi y el domingo por la mañana regresará a Vigo.