Los vigueses presentan la mejor cifra desde 1950 y el Madrid es el menos goleado del continente
23 oct 2015 . Actualizado a las 13:36 h.El Celta no marcaba 17 goles en los ocho primeros partidos de Liga desde 1950, pero el Real Madrid pocas veces ha paseado su condición de equipo menos goleado del continente con solo dos tantos encajados sumados los partidos de Liga y Champions. Los dos conjuntos, que comparten liderato con 18 puntos, someterán sus registros a examen en la sobremesa del sábado. Para el ataque vigués supone una prueba mayúscula y para el acaudalado cuadro blanco un test de primer orden para confirmar su extrema fiabilidad defensiva.
Ni en los mejores tiempos del EuroCelta los vigueses habían exhibido tanta pegada. El equipo que al final se clasificó para la Champions en la campaña 02/03, acreditaba once goles a estas alturas de campeonato. Tan solo un año antes se había acercado al registro actual con 16 dianas. Para encontrar un Celta más efectivo que el actual hay que viajar a la década de los cincuenta del siglo pasado. En la campaña 50/51 con Luis Casas Pasarín como entrenador, aquel equipo acreditaba 19 goles tras los ocho primeros partidos. Vázquez (13), Sobrado (12) y Mekerle (12) eran el tridente de la época, con Hermida como cuarto en discordia con 11 dianas en todo el curso.
Nolito, Aspas y Orellana llegan al gran duelo de mañana enseñando los dientes al resto del fútbol español. El diez del Celta con seis goles, pero Iago ya suma cuatro y Fabián tres (el chileno es el único celeste que ha marcado desde fuera del área). En total 13 de los 17 goles que lleva el equipo, el 76,4 %. Ratio que todavía aumenta con el tanto de Guidetti saliendo desde el banquillo ante el Barcelona. Para los cuatro la cita ante el cerrojo del viejo continente suena a reválida.
El candado de Keylor
En el Real Madrid ya ha dejado de ser noticia el instinto matador de su constelación de delanteros. Los 18 goles que ostentan en la actualidad quedan en un segundo plano ante sus números defensivos. Ocho partidos de Liga y tres de Champions después, Keylor Navas solo ha viajado en dos ocasiones al fondo de sus mallas. Una en San Mamés y la otra en el Calderón. Los dos tantos en la competición doméstica. Mantener la portería a cero el miércoles ante el PSG ha sido un nuevo refuerzo para las tesis defensivas de Rafa Benítez.
Esos míseros dos goles que aparecen en su debe, no solo no tienen correspondencia con el resto de la Liga española (el siguiente menos goleado es el Atlético de Madrid con cuatro) sino que tampoco encuentra rival en las grandes ligas continentales. El Bayern de Múnich ha encajado cuatro goles en la Bundesliga, el PSG cinco en Francia, la Fiorentina y el Inter seis en Italia y el Arsenal y el Tottenham siete en la Premier.
En caso de no encajar en Vigo, el Real Madrid actual igualaría en la historia al de 1987/1988, con Paco Buyo de portero, al recibir solo dos tantos en las primeras nueve jornadas de Liga. Otro aliciente más para la contienda.
Berizzo recupera a Fontás y Drazic, pero repetirá el mismo once
La enfermería del Celta se vacía. Eduardo Berizzo recupera a Fontás y Drazic para la convocatoria ante el Real Madrid, aunque ninguno de ellos apunta a la titularidad, porque salvo sorpresas, repetirán los mismos once que salieron de inicio en Villarreal.
El regreso de Fontás, aunque todavía corto de recuperación, es un alivio para los celestes, que apenas tenían defensas para nutrir el banquillo. El gerundense recibió ayer el alta un mes después de jugar por última vez (media hora en Sevilla). La recuperación de su tendinitis ha sido más latosa de lo esperado y al final ha estado fuera cuatro partidos. Un tiempo precioso que ha aprovechado Sergi Gómez para hacerse con la titularidad en el centro de la zaga. «Ha sido admirable verle trabajar durante el tiempo que no ha contado y ahora ha recogido los frutos. Muchos no me creían cuando hablaba de competencia entre los centrales pero ahora ha quedado de manifiesto. A partir de ahora, a competir con Sergi y Cabral por la titularidad». Durante su ausencia, el cuadro vigués ha encajado tres goles y solo ha dejado la portería a cero en el empate sin goles ante el Getafe.
Otra bala
Menos relevante parece el retorno de Drazic, que también recibió el alta de su rotura fibrilar de grado I en el aductor medio del muslo derecho. El serbio solo ha jugado hasta la fecha 14 minutos en Ipurúa ante el Éibar. Su entrada coincidió con el momento del empate de Iago Aspas. Su presencia en el banquillo sería un arma ofensiva más, un frente en donde la necesidad del equipo vigués es menor.
Porque el tridente de ataque es de todo intocable para el Celta por el momento. Orellana tendrá libertad para moverse por todo el frente de ataque, Aspas se ha consolidado como nueve, aunque a su manera, y Nolito será una amenaza para el flanco derecho de los blancos.
El único punto de duda para la formación inicial podría estar en el trivote del centro del campo, aunque parece difícil que Berizzo vaya a prescindir del Tucu Hernández después de su buena actuación de Villarreal para apostar por Radoja. El serbio fue titular en el partido ante el Barcelona, pero las connotaciones eran diferentes, aunque el planteamiento de juego vaya a ser el mismo por parte del Celta. Nemanja puede aportar un punto más de agresividad y solidez defensiva, pero el chileno tiene último pase y envergadura ante un equipo que ya ha sido capaz de convertir cuatro goles de cabeza.
Pendientes de Rubén
La única duda de cara al partido de mañana es saber si Rubén Blanco recibirá el alta después de lesionarse en el primer partido de Liga ante el Levante y podrá ir al banquillo, lo que significaría que Néstor Díaz ya podría viajar con el filial a Tudela. De ser así, sería la primera vez desde que comenzó la temporada que los célticos pueden contar con todo su plantel. Para aumentar las expectativas de un partido tan grande como ilusionante.