El adalid del fútbol descarado

X.R.Castro

GRADA DE RÍO

RODRIGO OTERO

Berizzo se ha convertido en pieza básica en el éxito del Celta y con el reto por delante de mantener el mismo nivel de fútbol en tres competiciones diferentes

15 may 2016 . Actualizado a las 18:56 h.

El actual Celta nació con Eusebio, creció con Paco Herrera y alcanzó la mayoría de edad con Luis Enrique, pero nadie le ha dado su sello tan personal, respetando la idea, como Eduardo Berizzo. El triunfo del conjunto celeste tiene padre. Por su manera de entender el fútbol, primando el juego al resultado, algo inaudito en el fútbol profesional, por su apuesta innegociable y por la capacidad para gestionar un grupo pequeño con roles definidos, pero en donde todo el mundo rema en la misma dirección.

Lector empedernido y de verbo florido, el Toto habla en la sala de prensa y en el campo. Expone sus ideas sin dobleces, defiendo su modo de entender el juego combinativo y de ataque y, lo más importante, lo pone en práctica. Lo suyo no es un discurso para la galería, sino para la realidad. Porque el autor de La camiseta es para toda la vida, el mejor spot que ha parido el Celta en los últimos años, predica con los hechos.

Berizzo ha construido un equipo de autor. En dos temporadas ha ido ajustando piezas hasta alcanzar la excelencia a modo de clasificación europea. Ha tenido la osadía de jugar con cuatro delanteros en un equipo de clase media, no le han dolido prendas en construir un trivote cada vez que ha sido necesario y después del pasado reciente ha tenido la cintura suficiente para desterrar una línea de tres defensas que nunca le ha dado resultados. Por encima, destaca su visión para la reconversión y la polifuncionalidad. Ajustó en su día a Krohn-Dehli y Augusto al mediocentro, supo buscar el reemplazo en Wass, también provocar el paso atrás del Tucu Hernández y construir un ataque móvil con Iago Aspas cayéndose en banda y con Orellana como verso libre por todo el frente de ataque.

El argentino también se caracteriza por ser un excelente gestor de grupos ?pese a la diferencia de protagonismo ha conseguido tener a toda la tropa enchufada?. Y por sacar a pasear su sinceridad siempre que ha sido necesario. La última vez, una semana después de perder con el Athletic para defender las decisiones arbitrales pese a que perjudicaron a su equipo. Berizzo es también un hombre de club. Lo fue durante su etapa de jugador y lo demuestra como entrenador. Desde el momento de su llegada hizo suya la filosofía del Celta. El Toto sabía a lo que venía. A un club con gusto por el buen fútbol y con una apuesta clara por la cantera. De su mano han debutado un buen puñado de canteranos, aunque ninguno se ha asentado de un modo definitivo en la plantilla. Pape es a día de hoy su principal apuesta.

El cruzalteño, hijo de maestra, hincha declarado de Newell?s, volvió al sur de Europa con la intención de echar raíces. Por eso no se marcha este verano pese a que las ofertas, que según el bético Torrecilla se han agolpado en su puerta, eran muy superiores al precio de su renovación en Vigo. El Toto se queda con un reto mayúsculo. Mantener el mismo nivel de fútbol en tres competiciones diferentes y con el equipo instalado entre los mejores de la Liga española.