El Celta pretende reconducir su situación en Liga sumando los primeros puntos ante el Osasuna
18 sep 2016 . Actualizado a las 11:29 h.Aunque trate de revestirse con un barniz de normalidad, el partido de Pamplona no es uno más. Quizás no alcance la etiqueta de final en el mes de septiembre, pero tampoco nadie puede esconder la trascendencia que tiene no solo para el futuro inmediato, sino también para la Liga a corto plazo y quizás también para la manera de enfocar las próximas citas de Europa League.
Colistas, con cero puntos y con un juego que dista mucho del nivel alcanzado en los dos últimos cursos, los vigueses necesitan comenzar a sumar en el torneo doméstico después de estrenarse con un punto en Lieja en Europa. Osasuna es en estos momentos un rival muy directo y una victoria sacaría con toda probabilidad a los vigueses de la zona de descenso.
Berizzo reconoció que el equipo no había estado bien a nivel de juego ante el Standard y volvió a incidir en la necesidad de asociar buen fútbol con resultados, pero al mismo tiempo introdujo un nuevo mensaje en su discurso: este Celta no tiene por qué parecerse al del año pasado a nivel de juego, lo que abre las puertas a experiencias como los tres centrales del pasado jueves. No fue el único mensaje del Toto antes de viajar a Pamplona. En esta vorágine de partidos el entrenador del Celta prefiere a un jugador fresco a un buen pelotero, lo que redobla la política de rotaciones que esta vez ha puesto en marcha.
Con este escenario, todo indica que la elección de los peones para la batalla del Sadar será muy parecida al equipo bipolar del sábado de la semana pasada ante el Atlético con algún retoques. Uno de ellos, la probable presencia de Roncaglia en el centro de la defensa después de descansar en Lieja al estar sancionado de la temporada pasada en la competición continental. Sergi podría tener una jornada de recuperación después de sus últimas comparecencias consecutivas.
En ataque también se presenta alguna novedad. Guidetti no ha jugado desde el Bernabéu y el sueco es claro candidato a la punta del ataque ante un rival con problemas en el centro de la defensa, lo que significaría variar la posición de Iago Aspas hacia la derecha. Bongonda, que tampoco jugó mucho en el regreso a su país, parece a día de hoy la baza más fiable para el costado izquierdo.
El principal problema de efectivos aparece en el centro del campo. Marcelo todavía no está en condiciones de reaparecer (no lo hará hasta que su estado sea del todo óptimo) y Radoja y el Tucu Hernández parecen llamados a multiplicar esfuerzos, aunque en cualquier momento podría hacer acto de aparición Pape, el canterano llamado a tener más protagonismo este curso. Si al final prospera esta idea de equipo, el cansancio no debiera ser óbice ya que tan solo repetirían con respecto al jueves cinco jugadores. Otra cuestión es el cambio mental e incluso la preparación del partido, aunque Berizzo ya tiene su propio plan, que incluye viajes colectivos y entrenamientos específicos para los no convocados, entre otros aspectos.
Oier será central
Osasuna ha tenido ocho días para preparar el partido a conciencia, pero sus principales problemas han aparecido en forma de ausencias en defensa. A la baja de Tano por sanción se le unió ayer la de Miguel Flaño, lo que obliga a Enrique Martín a colocar al excéltico Oier Sanjurjo como central. Todo, con la premisa de mantener la defensa de cinco con dos carrileros de recorrido.
Los rojillos parten de la solidez defensiva para después soltarse arriba con el buen trato de balón. También han ensayado el balón parado sabiendo de la dificultad de los célticos para defender ese tipo de lances. Porque la batalla por la permanencia vive su primer episodio en el Sadar. Para los dos.