Los octavos, terreno propicio para el Celta

X. R. C. VIGO

GRADA DE RÍO

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Los vigueses vuelven cinco temporadas después a una ronda que superaron en cinco ocasiones de nueve intentos desde el cambio de siglo, una ante el Valencia

16 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque llevaba más de cinco años viéndolos por la tele, los octavos del final en absoluto son un territorio desconocido al Celta desde el cambio de siglo. En concreto, para el conjunto vigués, la de mañana será la décima eliminatoria de octavos en las 25 campañas que han transcurrido y en los nueve duelos precedentes, el equipo celeste avanzó hasta cuartos en cinco oportunidades. En una de ellas, incluso, llegó a la final (en el 2001, en La Cartuja) y en otras dos, fue capaz de alcanzar las semifinales, dos años consecutivos con el Toto Berizzo. Ahora, tiene la oportunidad de rememorar aquellos tiempos con un Rafa Benítez que ganó la Copa en Inglaterra con el Liverpool y en Italia con el Nápoles.

La eliminatoria de octavos más reciente que disputó el Celta fue en el mes de enero del 2018, cuando se enfrentó al Barcelona. Entonces, el torneo era a doble partido y tras el empate a un gol de Balaídos, con tanto de Pione Sisto, el cuadro culé no dio opciones en la vuelta con un 5-0.

El año anterior, en la 16/17, el Celta y el Valencia vivieron su precedente copero más reciente. Los vigueses dejaron sentenciado el cruce en el enfrentamiento de ida en Mestalla como un contundente 1-4. Los goleadores celestes fueron Iago Aspas, Théo Bongonda, Daniel Wass y John Guidetti. De aquel equipo que asaltó el feudo che continúa el hoy capitán del conjunto vigués. Todos los demás ya forman parte de la historia celeste. Lo mismo se repite con un Valencia donde el portero Jaume Doménech es el único superviviente. Aunque no es titular en liga, el canterano valencianista sí podría tener su opción de jugar de inicio. Por ahora, ha jugado los tres partidos del torneo.

Ese duelo con el equipo que entonces entrenaba Voro fue el último de octavos que sacó adelante el Celta, pero un año antes había hecho lo propio con el Cádiz, entonces en Segunda B, al que superó por 0-3 en el Nuevo Mirandilla para redondear el marcador en Balaídos con un 2-0.

El anterior precedente exitoso fue uno cargado de simbolismo, el conseguido por el Celta más canterano de la historia, que estaba en Segunda División, a costa del Villarreal. La ida en Vigo acabó con empate a un gol y cuando ya nadie contaba con los celestes, ganaron en el Madrigal con un gol de Trashorras a los 89 minutos de partido. Era la temporada 09/10 y Eusebio Sacristán era el entrenador de un equipo que saltó al campo con ocho gallegos en el once, uno de ellos, Iago Aspas.

 

Málaga y Leganés

Los dos clasificaciones anteriores aparecen en el principio de siglo. En la 03/04, el cuadro vigués superó al Málaga ganando en La Rosaleda con un gol de Vagner y empatando en Balaídos a dos goles. Lotina era el entrenador de un equipo que jugaba Champions y que terminó descendiendo a Segunda División. Tres años antes, en el 2001, un Celta que caminaba hacia la final, se encontró con el Leganés en octavos. Los celestes ganaron el Butarque en la ida por 1-2 (Berizzo y Doriva) y en la vuelta necesitaron tirar del valor doble de los goles en campo contrario, ya que los pepineros ganaron por 0-1 con un tanto de Makukula.

Los tres cruces restantes acabaron con la eliminación celeste. Una, ante el Real Madrid (campaña 12/13), que después de caer por la mínima en Vigo, no dio opción en el Bernabéu (4-0) en el partido de la grave lesión de Hugo Mallo; otra, ante el Athletic Club (2-4 en la ida y un 0-2 en la vuelta que dejó a los de Berizzo a las puertas de la machada) y una última, ante el Betis por el valor doble de los goles en campo contrario.

Ese norma ya no existe ahora desde que se implantó el sistema de partido único hasta semifinales. Ese sí que será un territorio desconocido para el Celta en su vuelta a unos octavos de final coperos.