El nuevo papa: En busca del papa del siglo XXI

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto ROMA / ENVIADO ESPECIAL

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Christian Hartmann

El sucesor de Benedicto XVI recibirá una pesada herencia que marcará el futuro de la Iglesia

07 abr 2013 . Actualizado a las 04:42 h.

El gran día ha llegado. Dos cardenales cuyo apellido empieza por S, Odilo Pedro Scherer y Angelo Scola, parten como favoritos para suceder a Benedicto XVI en el cónclave que arranca esta tarde. Es la segunda elección papal del siglo XXI y la primera en seis siglos que se produce tras la renuncia de un pontífice. La trascendental decisión de Joseph Ratzinger ha marcado la agenda vaticana las últimas semanas y podría condicionar el futuro de la Iglesia católica. Quien se siente en la silla de Pedro tendrá que mantener la lucha contra la pederastia y las finanzas irregulares en el IOR desatada por Benedicto, pero también emprender una profunda reforma de la curia -principal demanda expresada por los cardenales durante las congregaciones generales- y decidir si debe ponerse un límite a la edad de los pontífices.

Los electores, purpurados que no habían cumplido 80 años el día que se declaró la sede vacante (28 de febrero, cuando Benedicto XVI abandonó el Vaticano en helicóptero), son 115, tras la renuncia de dos por motivos muy diferentes: el indonesio Julius Riyadi Darmaatmadja, arzobispo emérito de Yakarta, por motivos de salud; y el irlandés Keith O'Brien, arzobispo emérito de Edimburgo (Escocia) por conducta sexual inapropiada (acosó a varios sacerdotes, algo que ha reconocido).

Entre los prelados que se encerrarán en la Capilla Sixtina figuran cinco españoles: Carlos Amigo Vallejo, Antonio María Rouco Varela, Lluis Martínez Sistach, Antonio Cañizares Llovera y Santos Abril y Castelló. Otros tres cardenales no podrán votar, pero sí resultar elegidos (Francisco Álvarez Martínez, Ricard María Carles y Gordo y Eduardo Martínez Somalo). La Constitución Apostólica establece que cualquier varón bautizado puede ser papa y, en caso de no serlo automáticamente se le nombraría obispo. De todas formas, el último pontífice que no era cardenal fue Urbano VI, en 1378.

Desde las siete de esta mañana, los electores irán trasladándose a la Casa de Santa Marta, el edificio en el que vivirán durante el período que dure el cónclave. Las habitaciones, 106 suites y 22 dobles, fueron repartidas por sorteo.

A las 10 horas se oficiará en la plaza de San Pedro la misa Pro eligendo Romano Pontifice, que será presidida por el cardenal decano, Angelo Sodano. La celebración marcará el inicio oficial de un evento cuyos siguientes pasos están meticulosamente medidos. Los cardenales se desplazarán a las 15.45 horas desde Santa Marta a la Capilla Paulina. A las 16.30 irán en procesión a la Sixtina. A las 16.45 prestarán el juramento solemne de secreto, después del cual se pronuncia el extra omnes y se cerrará la Sixtina.

Una vez encerrados, los purpurados escucharán la meditación del cardenal Prosper Grech y a continuación (salvo que decidan que no están preparados) procederán a la primera votación. Tras el recuento, se podrá ver la primera fumata por la chimenea instalada en el tejado de la capilla. Si es blanca todo habrá terminado y una nueva era papal habrá empezado. Si es negra, rezarán las vísperas y a las 19.30 regresarán a la Casa de Santa Marta y cenarán.