Su ex abogado publica Adiós, Princesa donde desvela secretos de la vida de la periodista antes de casarse con el Príncipe
05 abr 2013 . Actualizado a las 20:38 h.Letizia Ortiz se ha convertido en protagonista involuntaria de la actualidad, sin pretenderlo y muy a su pesar, en la semana en la que se ha conocido la imputación de su cuñada, la Infanta Cristina por el caso Nóos.
La Princesa de Asturias afronta una nueva traición por parte de un familiar, en este caso muy directo. Se trata de David Rocasolano, primo hermano por parte de madre y que además fue su abogado en el pasado. Este familiar publica la próxima semana un libro sobre Letizia Ortiz titulado Adiós, Princesa.
Según recoge Vanitatis, que ha tenido acceso a un adelanto de esta publicación, en él se detallan varios episodios de la vida de Letizia Ortiz desconocidos para muchos, tal y como publican. Entre otros el libro desvela un supuesto «aborto en Madrid» al que se sometió antes de contraer su relación con el príncipe Felipe. Incluso aporta documentos que probarían este hecho.
David Rocasolano se habría encargado de destruir los papeles de este episodio, «por el miedo del príncipe a que se filtrara la información al rey», según apuntan desde Vanitatis. Rocasolano va más allá y sentencia: «Si me había elegido a mí para limpiar el rastro era porque no tenían a nadie más». Su primo también le habría tramitado el divorcio de su primer marido Alonso Guerrero.
Rocasolano esboza además un lado desconocido para el público de Letizia Ortiz que tampoco la deja en buen lugar «cambios de personalidad de su prima y su manía persecutoria». Además de una férrea presión y discreción a la que sometería a su entorno, llegando incluso a poner a prueba si «había un topo que filtraba noticias a la prensa» en su familia.
La familia de Letizia Ortiz no es la primera vez que salta a la palestra por temas controvertidos. Menchu Álvarez del Valle, abuela paterna de Letizia Ortiz, su padre, Jesús Ortiz, y su tía Henar, fueron acusados de un delito de insolvencia punible por alzamiento de bienes. Además su hermana Telma Ortiz perdió la demanda contra 57 medios de comunicación.
El «annus horribilis» de la monarquía
Los príncipes de Asturias han sido hasta el momento los que mejor parecen haber capeado el temporal que arrecia desde hace más de un año en la Casa Real española. A la imputación de Iñaki Urdangarin en el caso Nóos, se sumó más tarde la polémica cacería de elefantes del Rey en Botsuana (por la que pidió perdón), la creciente presencia de la princesa Corinna y su entrañable amistad con Juan Carlos I, el controvertido accidente de caza del pequeño Froilán, la herencia en Suiza de Don Juan, y esta semana, la imputación de la Infanta Cristina. Una serie de episodios que han derrumbado la barrera de casi «intocables» que rodeaba a la monarquía en España.
De hecho, Felipe se mostró muy serio el pasado domingo cuando asistió junto a Letizia Ortiz, la Reina y la Infanta Elena a la misa de Pascua en Palma de Mallorca. Los abucheos de una parte del público allí concentrado hicieron mudar el rictus del heredero al que pareció molestarle la situación