Paco de Lucía: El genio del flamenco no creía en la inspiración

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Un día como hoy, hace 69 años, nació en la localidad gaditana de Algeciras Francisco Sánchez Gómez, figura esencial de la historia del flamenco

21 dic 2016 . Actualizado a las 16:01 h.

Paco de Lucía nació y creció entre cantaores, tocaores y bailaores. Su padre, también guitarrista, fue su primer maestro, asumiendo en primera persona la labor de ir moldeando el talento con el que -no podía ser de otra forma- Francisco Sánchez Gómez llegó al mundo. A los 12 años ya tocaba la guitarra con desparpajo acompañando a su hermano Pepe, encargado de poner la voz: ambos formaban el dúo Los Chiquitos de Algeciras. Su mudanza a Madrid a finales de los sesenta fue determinante para su carrera. Fue en la capital donde el hoy homenajeado por Google graba su primer disco como solista, La fabulosa guitarra de Paco de Lucía, y conoce a Camarón de la Isla, con quien mantuvo una larga y fructífera relación artística (entre 1968 y 1991 grabaron 13 discos).

Sus lazos con Camarón fueron fuertes -juntos se convirtieron en embajadores de los nuevos aires del flamenco-, pero la carrera en solitario de Paco de Lucía pegó un sorprendente acelerón en 1973, cuando la rumba Entre dos aguas saltó a las listas de éxitos y el flamenco comenzó a reclutar a un público más joven, ávido de nuevos sonidos que no tardarían en llegar. Todo, gracias al interés del genio andaluz por traspasar fronteras musicales y absorber nuevos lenguajes, como el de la música clásica, con sus acercamientos a Falla, Rodrigo (es célebre su interpretación del Concierto de Aranjuez) o Albéniz, o por su atracción por otras culturas, como el jazz.

Más hitos en la carrera de Paco de Lucía. Histórico fue su primer encuentro con los guitarristas Al Di Meola y John McLaughlin en 1981, del que saldría Friday Night in San Francisco, con los que repetiría de nuevo en 1996 en The Guitar Trío, pero no serían los únicos: otro guitarrista como Larry Coryell y pianista Chik Corea también están en su lista de colaboradores.

La experiencia animó a Paco de Lucía a formar su propio sexteto en 1981, al que incorporó a sus dos hermanos, Ramón y Pepe, al saxofonista Jorge Pardo y al bajista Carles Benavent para trabajar nuevos conceptos de expresión, que resultaron fundamentales para la concepción de lo que hoy conocemos como grupo flamenco y un espejo en el que las nuevas generaciones tendrían la posibilidad de reflejarse.

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Paco de Lucía fue uno de esos contados artistas tocados con la varita de la genialidad. Capaz de llevar su música a cualquier rincón del planeta y hacerse entender sin renunciar a su condición y a su cultura, siempre tuvo claro que nació para hacer lo que hacía, un arte universal. Sin embargo, en sus palabras siempre hubo prudencia. En su destreza, trabajo. De la inspiración nunca llegó a fiarse y así lo dejó claro no pocas veces: «No creo en la genialidad espontánea. El talento que uno pueda tener no es suficiente. Uno debe continuar esforzándose siempre como si fuese el primer día». Dijo en otra ocasión de la inspiración en un documental: «Eso es mentira. Eso que decimos los artistas de la inspiración, todo mentira. A mí lo que me gusta es estar tumbado».

Paco de Lucía tenía 66 años cuando en febrero del 2014 falleció en una playa de Cancún (México) de un infarto. Desde esta medianoche, Google le rinde tributo con una exposición, un concierto en su ciudad natal y un doodle temático que saluda a sus usuarios a golpe de acordes desde su caja de búsquedas. La muestra, titulada Memoria de Paco y organizada por el Instituto Andaluz del Flamenco, se puede ver a través de la plataforma Google Arts and Culture y que recorre la vida y obra del «genial» artista que «revolucionó» el flamenco y «enriqueció» el jazz.