La acción de la serie de zombis regresa al cuartel general de Los Salvadores con un interesante juego de alianzas
28 feb 2017 . Actualizado a las 08:14 h.Negan ha regresado a The Walking Dead después de dos episodios de ausencia. El villano que protagonizó uno de los momentos más cruentos de la ya de por sí sangrienta serie de televisión había estado prácticamente omnipresente durante la primera parte de la presente temporada, pero misteriosamente desaparecido desde después del parón.
El episodio Hostiles y calamidades nos devuelve de nuevo al Santuario, el lugar desde donde Negan gobierna a su nutrida comunidad de Salvadores.
(Este artículo contiene spoilers sobre el último capítulo emitido, así que si no quieres enterarte, es mejor que no sigas leyendo)
Negan había sido uno de los personajes más esperados por quienes seguían los cómics de Robert Kirkman. Pero parece que los espectadores de la serie no vio al villano con el mismo entusiasmo que los fans de las viñetas.
Después del trauma del capítulo inicial de la temporada, en la que el personaje interpretado por Jeffrey Dean Morgan perpetraba una de las masacres más infames de la televisión, los índices de audiencia de la ficción televisiva bajaron como nunca.
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Para muchos, la sobreexposición del personaje de Negan, que con la (notable) interpretación de Dean Morgan era mucho más antipático y repulsivo que su homólogo del cómic, contribuyó al descenso de espectadores. Para otros, la culpa la había tenido el asesinato de uno de los personajes más queridos y la ulterior senda de inacción por parte de Rick y los suyos, que había desmotivado a la audiencia.
Ya fuera por una u otra cosa, lo cierto es que a The Walking Dead necesitaba un descanso de Negan. Y eso, unido a los actos mucho más proactivos de Rick, ha contribuido a un pequeño repunte en la audiencia y a un mejor ánimo por parte de los fans más entregados.
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Ha llegado la hora de la prueba: ¿Se puede aguantar de nuevo un episodio dedicado en exclusiva a Negan y Los Salvadores? En Hostiles y Calamidades no hay rastro de Alexandría, del Reino, de Hilltop y, mucho menos, del nuevo grupo del basurero. Solo El Santuario, Negan, Dwight y un personaje en el que pocos contarían como centro de atención: Eugene Porter.
Eugene también es Negan
Los Salvadores nunca lo habían conseguido con Daryl. Pese a las presiones, las torturas y las amenazas, Dwight y los suyos nunca consiguieron que el motero pronunciara «Yo soy Negan».
Y, aunque es una obviedad, Eugene no es Daryl. Si algo lo ha caracterizado durante toda su vida es la de haber sido un cobarde que lo fía todo a la protección de los más fuertes. El personaje que había dejado a Rosita con el culo al aire en el último capítulo antes del parón de The Walking Dead no duda, ahora que le falta Abraham, en tomar la ruta fácil y someterse a Negan.
Es cierto que, en todo caso, si algo es Eugene más que cobarde es mentiroso. Así que podríamos pensar que lo suyo es una estrategia y que, en última instancia, hará lo posible por debilitar a Los Salvadores. Pero quizás estamos siendo demasiado optimistas con un personaje que nunca ha demostrado capacidades tácticas a largo plazo en The Walking Dead.
Eugene juega al despiste tanto con Negan como con los espectadores. Algo que nunca está de más.
Dwight es cada vez menos Negan
En el extremo opuesto de esa balanza de alianzas, Dwight es el eslabón más débil de la cadena de Los Salvadores. Por su parte llega la parte más emocionante del capítulo.
En todo este tiempo que no supimos del Santuario, no solo Daryl ha escapado. También la exmujer y verdadero amor de la vida de Dwight, que huyó poco después.
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Sherry confiesa, a través de una carta, que fue ella la que se apiadó del motero de The Walking Dead y le ayudó en su huida.
La ruptura de la relación con la que era su mujer ha estado erosionando poco a poco a Dwight, del que ya no dudamos que será una pieza fundamental para la guerra que Rick pretende librar contra Negan y los suyos.
Quizás Hostiles y Calamidades no se vaya a convertir en el capítulo preferido de los espectadores. Pero sin duda contribuye a dotar de mayor interés a Eugene y Dwight, dos personajes a los que nadie dedicaba un pensamiento y que seguramente serán más importantes con el paso del tiempo.