La discoteca de Brasil en la que murieron 233 personas solo tenía una puerta al exterior

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

GERMANO RORATTO

Según los testigos, los guardias de seguridad bloquearon las salidas del local para evitar que los clientes se fueran sin pagar sus consumiciones

28 ene 2013 . Actualizado a las 13:06 h.

Testigos del incendio ocurrido ayer en una discoteca de Brasil, que dejó al menos 231 muertos y 117 heridos, denunciaron que los guardias de seguridad bloquearon la salida del local durante varios minutos después de que se iniciasen las llamas. Según los testigos, los agentes pretendían evitar así que la gente se fuera sin pagar sus consumiciones.

En declaraciones a varios medios locales, los jóvenes que disfrutaban de la fiesta universitaria en la discoteca Kiss de Santa María, al sur de Brasil, aseguraron que los guardas interceptaron la salida porque creyeron que se trataba de una pelea e intentaron evitar que quienes pretendían salir corriendo aprovecharan el tumulto para irse sin abonar lo consumido. También a través de las redes sociales, varios asistentes a la fiesta de la discoteca de Brasil confirmaron que durante algunos minutos se les impidió abandonar el lugar, que fue pasto de las llamas en cuestión de minutos.

El local, con capacidad para 2.000 personas y que estaba lleno en el momento en que se inició el mayor incendio de este tipo en Santa María, posee una única puerta al exterior y no tiene salida de emergencia. Esto llevó a que muchas de las víctimas entraran en los baños creyendo que se trataba de la salida de emergencia. El 90 % de los muertos perecieron intoxicados por el humo.

Los cadáveres fueron transportados al Centro Deportivo Municipal, donde se improvisó un espacio para realizar su identificación. Mientras tanto, los heridos fueron trasladados a diversos hospitales de la ciudad, y algunos, los de mayor gravedad, fueron llevados a la capital provincial Porto Alegre, a 285 kilómetros de Santa Maria (Brasil), para recibir atención especializada.

Según portavoces del Comité de Gestión de Crisis, integrado por el Cuerpo de Bomberos, la Defensa Civil, la Policía Civil y la Policía Militarizada de Santa María, la mayoría de las víctimas mortales de la tragedia de la discoteca de Brasil, cuyo número puede aumentar, murió asfixiada. Todavía continúan con perros rastreadores las labores de búsqueda de cuerpos en el interior del local, que corre peligro de derrumbe. Si bien los bomberos informaron que a simple vista todos los cuerpos fueron retirados, no se descarta que alguno pueda encontrarse aún entre los escombros del local.

Causas del incendio de la discoteca de Brasil

El coordinador de Defensa Civil, Adelar Vargas, ha indicado que el incendio de la discoteca de Brasil se habría iniciado cuando uno de los integrantes del grupo musical que animaba la fiesta encendió una luz de bengala. Una de las chispas habría alcanzado el yeso que cubría el falso techo como aislante acústico, provocando la rápida expansión de las llamas.

La hipótesis de Vargas ha sido confirmada por una joven que estaba frente al escenario en el momento en que comenzó el fuego. «La banda que estaba en el palco comenzó a usar bengalas y de repente pararon el espectáculo y dirigieron (la bengala) hacia arriba. En ese momento el techo comenzó a incendiarse, (primero) era bastante débil, pero en cuestión de segundos comenzó a expandirse», ha indicado la joven, citada por el portal del diario Folha de Sao Paulo.

Otros testigos del incendio de la discoteca de Brasil han revelado a Radio Gaúcha que uno de los integrantes del grupo intentó accionar un extintor que estaba estropeado y no funcionaba.

79 heridos en cuidados intensivos

El ministro brasileño de Salud, Alexandre Padilha, ha declarado hoy que quedan 79 personas hospitalizadas en cuidados intensivos después del incendio de la madrugada del domingo. Cerca del 80 % de esos internados son pacientes que sufrieron una intoxicación al inhalar el humo de als llamas y el 20 % restante son heridos con quemaduras graves.

Para el día de hoy está prevista la celebración de una misa ecuménica, a cargo del obispo Helio Adelar Hubert, a la que seguirán los entierros, que se realizarán en el cementerio municipal con el auxilio de cerca de 300 militares de una base aérea ubicada en la localidad.