La ciudad mexicana pasó de 128 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2011 a 142 el año pasado
08 feb 2013 . Actualizado a las 16:16 h.El Gobierno del sureño estado mexicano de Guerrero rechazó hoy «categóricamente» un estudio que ubica a Acapulco como la segunda ciudad más violenta del mundo, mientras se multiplican las reacciones a la violación de seis turistas españolas en ese balneario del Pacífico.
El Gobierno estatal afirmó, en un comunicado, que los resultados del «ranking» de las 50 ciudades más violentas del mundo, presentado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, «no constituyen sino una distorsión de la realidad». La asociación civil, argumentó, «no revela en detalle las fuentes de la información que presenta, lo que se traduce en una evidente inconsistencia metodológica que le resta toda credibilidad al documento»
De acuerdo con el informe del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, Acapulco pasó de 128 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2011 a 142 el año pasado, aunque no rebasó a la ciudad más violenta del mundo, que una vez más fue San Pedro Sula en Honduras, con 169,3 muertes.
Por su parte, el alcalde de Acapulco, Luis Walton, se dijo dolido por la clasificación del balneario en el estudio de la organización no gubernamental.
«Muy lamentable, muy lamentable que estemos en esta situación, en lo que nos están calificando (...) Me duele que sea de esa manera» dijo el alcalde, citado por medios locales. Walton reconoció que la violación de las españolas, ocurrida la madrugada del 4 de febrero, perjudica al turismo local, y confió en que la colaboración del Gobierno federal contribuirá a resolver el caso.
Este jueves, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció que ha dado instrucciones para brindar «todo el apoyo institucional» con el fin de que sean detenidos los responsables de la violación de las turistas españolas en Acapulco.
Hasta ahora no se han dado a conocer avances concretos en las pesquisas del crimen del 4 de enero, cuando cinco hombres armados y encapuchados irrumpieron en la casa de playa donde se hospedaban las seis españolas en Aculpco, siete hombres también españoles -uno de ellos de A Coruña- y una mexicana, la única mujer del grupo que no fue violada.