El portavoz del Kremlin declaró que los diplomáticos rusos ya intentan que Kiril Kuzmin regrese a su país de nacimiento, pero reconoció que existen obstáculos jurídicos
02 mar 2013 . Actualizado a las 22:20 h.Miles de personas participaron hoy en Moscú en la «Marcha en Defensa de los Niños» en la que, entre otras demandas, se exigió el retorno a Rusia de Kiril Kuzmin, hermano del niño adoptado (Maxim) que murió en enero en EEUU. «Hoy dicen que Maxim (Kuzmin) de alguna forma se infligió mutilaciones con un objeto sin punta y que se dañó a si mismo los órganos internos. Esto es una bofetada a nuestro país y a nuestro pueblo», proclamó Irina Bergset, coordinador del movimiento «Madres Rusas» y agregó que «ante nosotros se plantea el objetivo de traer al hermano de Maxim, Kiril, de vuelta a su patria. Exigimos que devuelvan a Kiril a Rusia».
El triple campeón olímpico de lucha grecorromana, Alexandr Karelin, diputado de la Duma o cámara de diputados, llamó a crear unas condiciones dignas para los huérfanos en Rusia. «Nuestros hijos son el futuro de Rusia», aseguró, citado por las agencias locales.
También otro diputado, Vladímir Ovsiánnikov, aseguró que la Duma está en contra de la adopción internacional: «Un niño ruso nunca debe irse allí, a Occidente, en calidad de mercancía».
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró hoy a un canal de televisión que los diplomáticos rusos ya intentan que Kiril Kuzmin regrese a su país de nacimiento, pero reconoció que existen obstáculos jurídicos. «El acto de adopción fue realizado de manera legal en el marco de nuestra legislación», comentó.
Peskov subrayó que «el asunto más urgente es, en primer lugar, sacarlo (a Kiril) de esa familia, ya que causa inquietud la impresión de que esa familia estadounidense no se tiene buen cuidado de los niños» y agregó que «existen informaciones sobre que [los hermanos Kuzmin] tomaban diferentes fármacos muy fuertes que podrían haberles perjudicado».
La Cancillería rusa exigió hoy a Estados Unidos la entrega de toda la documentación relativa a la muerte el 21 de enero pasado de Maxim Kuzmin, que fue adoptado por una familia de Texas. «Exigimos a EEUU la entrega de los correspondientes documentos forenses, incluido el certificado de defunción de Maxim Kuzmin y la devolución de su pasaporte», afirmó Konstantín Dolgov, jefe del Departamento de Derechos Humanos del Ministerio ruso de Exteriores, quien calificó de «no definitivas» las conclusiones de la investigación policial realizada por las autoridades de Texas, que dictaminaron hoy que las contusiones y moratones que presentaba el cuerpo del niño se las habría causado él mismo.
Según las agencias rusas, la policía de Texas informó de que, según los resultados preliminares de la investigación, Kuzmin murió accidentalmente debido a un fuerte golpe, propinado por él mismo, al tiempo que negó que hubiera consumido fármacos.
Rusia aprobó en diciembre pasado una ley que prohíbe las adopciones de niños rusos por familias de EEUU, iniciativa que desató fuertes críticas entre los intelectuales y defensores rusos de los derechos humanos.
Según Astájov, 20 niños rusos adoptados han muerto desde 2001 en Estados Unidos, país que ha acogido unos 60.000 menores rusos desde la caída de la URSS en 1991.