La cuenta de un exministro en Suiza salpica a Hollande

Thibauld Malterre PARÍS / AFP

INTERNACIONAL

Jérôme Cahuzac imputado, tras negar la evasión durante meses

03 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El exministro del Presupuesto francés Jérôme Cahuzac fue imputado ayer por blanqueo de dinero y fraude fiscal, tras reconocer que tuvo una cuenta en Suiza, algo que durante meses negó incluso ante la Asamblea Nacional. El caso ha desencadenado una tormenta política que salpica al presidente François Hollande, que había prometido un Gobierno ejemplar.

Cahuzac reconoció ayer en su blog haber mantenido una cuenta en Suiza durante «una veintena de años». Tras este reconocimiento, fue imputado tras declarar durante hora y media ante un juez. El exministro mantuvo en una cuenta en el banco UBS unos 600.000 euros hasta que en el 2010 los trasladó a otra entidad en Singapur. Ayer aseguró que ha dado orden para repatriar el dinero a Francia.

Dimitió el 19 de marzo, después que la fiscalía abrió una investigación sobre el caso, tanto más explosivo cuando el exministro había hecho de la lucha contra la evasión fiscal uno de sus caballos de batalla.

Cahuzac se declaró «devastado por el remordimiento», en su blog, y pidió perdón a Hollande, que en el momento de su dimisión saludó esa decisión de renunciar al Gobierno «para defender su honor». «Fui atrapado en una espiral de mentira», «estoy devastado por el remordimiento», escribió Cahuzac.

Su confesión empaña la imagen de «República ejemplar» reivindicada por el socialista Hollande al ser elegido hace diez meses. El presidente reaccionó inmediatamente y calificó la acción de Cahuzac como «una falta moral imperdonable».

Desde la izquierda en el poder hasta la oposición conservadora, las críticas arreciaron contra el exministro, que había clamado su inocencia. «Estoy anonadado, no tengo palabras», comentó el ministro de Recuperación Productiva, Arnaud Montebourg. «Me cuesta imaginar que Hollande y [el primer ministro Jean-Marc] Ayrault no estuvieran al corriente«, declaró Christian Jacob, jefe de la bancada de la conservadora UMP en la Asamblea Nacional.

Las críticas vinieron asimismo de la izquierda radical, cuyo dirigente Jean-Luc Mélenchon comentó: »¿Dónde se para la cadena de mentira? ¿Quién sabía y no dijo nada?».