Las inundaciones en Argentina hacen aflorar las luchas políticas

Agustín Bottinelli BUENOS AIRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Unas 20 personas permanecen desaparecidas en La Plata.
Unas 20 personas permanecen desaparecidas en La Plata. Reuters< / span>

Cristina Fernández ser reunió con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el que fuera vicepresidente de su marido y su mayor enemigo para la carrera presidencial en el 2015

05 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Mientras las aguas comienzan a bajar en Buenos Aires y la Plata, el recuento de víctimas arroja un total de 59 muertos, 20 desaparecidos y casi mil evacuados. Pero las inundaciones también dejaron al descubierto las luchas políticas internas en un año de elecciones legislativas.

La propia Cristina Fernández, a diferencia de otras tragedias no se escondió, aunque hasta el mediodía del miércoles, mientras miles de ciudadanos sufrían la catástrofe natural más grande en los últimos cien años, desde la Casa de Gobierno seguían cursándose invitaciones para un acto que iba a presidir esa tarde.

Pocas horas después suspendió el evento, decretó tres días de duelo y sin previo aviso sobrevoló las zonas más afectadas y recorrió a pie la localidad platense de Tolosa y el barrio bonaerense de Villa Mitre. Allí recibió la dura queja de los vecinos por la falta de asistencia. Ella se limitó a contar que también había sufrido una inundación cuando tenía 15 años.

Obligada por las circunstancias la viuda de Kirchner debió reunirse con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el que fuera vicepresidente de su marido y ahora su mayor enemigo al aspirar a ser candidato presidencial en el 2015 y estar mejor situado que ella en las encuestas.

El otro castigado fue Mauricio Macri, jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, un conservador opositor a los Kirchner que en esta ocasión ni siquiera recibió una llamada de la presidenta o de algún miembro del Gobierno. Aunque si le llegaron críticas por su falta de reacción a la catástrofe, que el propio Macri respondió diciendo que el Gobierno le niega los fondos para hacer las obras que eviten estas inundaciones.

Cansados de promesas políticas, ciudadanos indignados organizan cortes de calles, caceroladas y como dijo Ana, una vecina de Tolosa cuyo hogar quedó anegado: «Ahora vienen para sacarse la foto o salir en televisión, pero no reconocen que la ayuda nos llegó diez horas tarde».