Europa desata la ira de América Latina tras el desplante a Evo Morales

Milagros López de Guereño / Colpisa

INTERNACIONAL

Tres países cerraron su espacio aéreo al avión presidencial de Bolivia por la sospecha de que en él viajaba el espía Edward Snowden

04 jul 2013 . Actualizado a las 04:18 h.

Una gran oleada de indignación se ha desatado en Latinoamérica por el accidentado transitar de Evo Morales por los cielos europeos en su viaje de retorno desde Moscú a Bolivia, después de que tres países cerraran su espacio aéreo al avión presidencial argumentando «razones técnicas» y ante la sospecha de que el exagente estadounidense Edward Snowden pudiera viajar de polizón. El incidente obligó a realizar una larga parada en Viena y desató la protesta de Bolivia por lo que calificó de «atentado», «secuestro» y «discriminación» contra Morales.

«Siento que es un pretexto para amedrentarme, intimidarme y escarmentarme, (.) para tratar de acallarnos contra la lucha de las políticas de saqueo, contra las invasiones y de dominación» dijo el presidente boliviano antes de abordar de nuevo el FAB001 tras 14 horas de obligada «escala» en Viena, donde el Gobierno austriaco había aceptado el aterrizaje de emergencia.

La odisea de Morales comenzó el martes cuando, a menos de una hora de ingresar en el espacio aéreo francés, le revocaron el permiso para cruzarlo.

Casi simultáneamente, Portugal le prohibía aterrizar en Lisboa e Italia impedía el sobrevuelo.

Aunque también se acusó a España de haber cerrado su espacio aéreo, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró que el Gobierno había autorizado el martes por la tarde tanto el sobrevuelo como la escala técnica en Gran Canaria, que finalmente se llevó a cabo ayer. «Si ha habido dificultades (...) ha sido como consecuencia de autorizaciones para sobrevolar espacios aéreos que no son el español», dijo García-Margallo.

El avión de tres motores y con autonomía para unos 8.500 kilómetros tenía previsto realizar una parada para repostar combustible y ya el 30 de junio se habían aprobado dos planes de vuelo, uno con escala en Lisboa y otro en Las Palmas. La reacción en Bolivia al accidentado periplo no se hizo esperar. «¿Qué hubiera pasado si el avión se quedaba sin combustible?», preguntaba el canciller David Choquehuanca, que habló de «atentado».

El vicepresidente Álvaro García Linera, al mando del país en ausencia de Morales, acusó al gobierno de Estados Unidos de «obstaculizar» el viaje porque «le tiene miedo a un campesino, a un indígena, a un hombre honesto que defiende la soberanía de nuestra patria».

Colonialismo

García Linera anunció que los presidente de América Latina se reunirán en Cochabamba con el lema «si tocan a uno nos tocan a todos». Precisó que «las colonias no están en América Latina, ni África ni en Asia, las colonias están en algunos países europeos».

Según el presidente en funciones, en varios momentos se exigió revisar la aeronave para descartar la presencia de Snowden en ella, a lo que Morales se negó. «Tengo la obligación de defender la dignidad, la soberanía», dijo, «porque no es una ofensa al presidente, es a todo un pueblo, es a toda una región como Latinoamérica». El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, afirmó en su cuenta de Twitter que los mandatarios de «Ecuador, Argentina, Venezuela, Uruguay y Surinam están dispuestos a ir a Cochabamba a respaldar al presidente Evo».