Los convocantes intentaban frenar el avance de la ultraderecha xenófoba
01 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.París y otras ciudades de Francia fueron escenario ayer de manifestaciones contra el racismo. Alrededor de un centenar de oenegés, asociaciones antirracistas y sindicatos convocaron las movilizaciones a raíz de las últimas injurias a la ministra de Justicia, Christiane Taubira, las nuevas expulsiones de gitanos y el ascenso electoral del ultraderechista Frente Nacional.
Las diferentes manifestaciones se iniciaron a la misma hora en todo el país y reunieron a unas 25.000 personas en París y 50.000 en otras ciudades de Francia y de ultramar, cifras que están muy por debajo de las expectativas de los convocantes y de la opinión pública. En primera fila de la marcha de París iban los organizadores, incluidos los presidentes de SOS Racismo, de la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (Licra) y de la Liga de Derechos Humanos (LDH).
Los reiterados insultos a Taubira fueron el detonante de la convocatoria. La ministra de Justicia es frecuentemente comparada con un mono por ser negra no solo en Internet. También la insultaron un diario de extrema derecha y una candidata del Frente Nacional, que fue expulsada del partido por ello. Los detractores del matrimonio entre homosexuales se manifestaron contra ella, por ser la responsable de la ley que lo permite, acompañándose de niños que blandían plátanos al grito de «Mona, cómete la banana».
La ministra se mostró preocupada después por la deriva racista de Francia a la que se refirieron los convocantes de las manifestaciones. «Los discursos de odio se han multiplicado en la esfera pública y en los medios. ¡Reaccionemos!», señaló la Licra en su llamamiento a esta protesta.
Un respaldo «insuficiente»
En especial, preocupa a la izquierda francesa, que se sumó a la convocatoria, la persecución de gitanos para expulsarlos del país, aunque no menos que el avance de la derecha xenófoba de cara a las municipales de mayo del 2014.
Los organizadores se mostraron decepcionados por el apoyo recibido. El respaldo fue calificado de insuficiente, dada «la gravedad de la situación».