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Maduro se distancia del chavismo armado ante miles de seguidores

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El presidente exige al opositor Leopoldo López que se entregue

16 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Caracas vivió ayer un nuevo duelo de manifestaciones con miles de opositores y simpatizantes chavistas marchando por diferentes puntos de la ciudad. Nicolás Maduro congregó ayer a varios miles de sus seguidores, a los que les indicó que «los que usan un arma para dispararle a otro venezolano porque piensa distinto no pueden ser chavistas». Se distanció así de los llamados «colectivos» que el miércoles, supuestamente, dispararon contra estudiantes, asesinando a dos de ellos, así como a uno de los miembros de esos grupos armados partidarios del chavismo.

El presidente, también, solicitó al gobernador de Miranda, Henrique Capriles, que «controle a sus locos» y que imponga orden en su estado, al que corresponde el municipio Chacao, y los acusó de causar destrozos a 40 autobuses, por lo que anunció la suspensión del transporte público en los tres municipios del este de la capital y de las tres estaciones del metro que están en Chacao.

Quienes vivieron las protestas estudiantiles de la noche del viernes dieron una versión completamente distinta de los hechos. Señalaron que los manifestantes fueron brutalmente agredidos, con cientos de bombas lacrimógenas, por las fuerzas de seguridad. Dos manifestantes resultaron heridos por perdigones, cinco asfixiados por los gases y los destrozos se cuentan por centenares, indicó el alcalde de Chacao, Ramón Muchacho.

Horas antes del discurso de Maduro, Capriles había señalado que llamaba a los estudiantes a protestar pacíficamente, porque «la violencia no conviene a nadie». «Hay que protestar de manera pacífica, sin perder el foco y sin olvidarse de los grandes problemas que vive el país», indicó el líder opositor.

Los estudiantes continuaron ayer concentrándose en diversos puntos de la capital y del país, y entregaron ante la oficina de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Caracas un documento, exigiéndole que haga presión para la liberación de los detenidos.

Según un balance presentado por la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática, ya han sido liberadas 112 detenidos en los disturbios de esta semana, pero aún 47 continúan en prisión, muchos de ellos en condiciones precarias.

En su discurso, Maduro volvió a exigir a Leopoldo López, líder opositor sobre el que pesa una orden de captura, que se entregue a las autoridades. «No sea cobarde», le espetó a quien es acusado de ser el autor intelectual de las protestas.

López ha tenido la solidaridad de diversos dirigentes de la Internacional Socialista, entre ellos, la más importante, la del expresidentes costarricense y premio Nobel de la Paz Oscar Arias. Igualmente, la Conferencia Episcopal Venezolana exigió al Gobierno «desarmar a los grupos violentos». El presbítero Diego Padrón, portavoz de la Iglesia católica, señaló que «las diversas instancias del Estado deben atender los reclamos y ofrecer las condiciones mínimas para un diálogo social».