El presidente ugandés también podría firmar próximamente la ley que prevé cadena perpetua para quienes realicen determinados actos homosexuales
18 feb 2014 . Actualizado a las 19:19 h.El Gobierno de Uganda ha aprobado una ley contra la pornografía que, entre otros comportamientos «insidiosos», prohíbe y castiga el uso de la minifalda. La mayoría de los medios locales se preguntan qué medida utilizará el Gobierno para determinar que un vestido o una minifalda es capaz de provocar excitación sexual.
La norma, consensuada por el Parlamento el pasado mes de diciembre y rubricada hoy por el presidente del país, Yoweri Museveni, veta cualquier imagen o representación, en ropa interior o sin ropa, que descubra partes del cuerpo humano como los senos, los muslos, las nalgas y los genitales. «Si alguien va vestido con algo que irrita o excita a otras personas, especialmente a las del sexo opuesto, se trata de un mal atuendo, así que será mejor que se de prisa en cambiarse», señaló a Efe el ministro de Ética e Integridad, Simon Lokodo, responsable de esta iniciativa legal.
Vestirse, caminar o hablar de una forma que provoque «una innecesaria sensibilidad de naturaleza sexual», también será delito a partir de ahora en un país que también considera ilegal la homosexualidad.
No se podrá mostrar bajo ningún medio a personas en el acto sexual, que exhiban un comportamiento erótico destinado a provocar la excitación sexual ni «cualquier acto indecente o comportamiento que tienda a corromper la moral». Estas manifestaciones se vetarán en cualquier práctica cultural, comportamiento o publicación, ya sea a través de medios literarios, de información, de entretenimiento o de fotografía.
La homosexualidad, un comportamiento anormal en Uganda
El presidente ugandés podría firmar también próximamente la ley que prevé penas de cadena perpetua para quienes realicen determinados actos homosexuales, algo que ya está castigado en este país. La «Ley Antihomosexualidad» fue aprobada por el Parlamento el pasado mes de diciembre, pero el presidente decidió posponer su entrada en vigencia hasta conocer los resultados de un estudio encargado a un grupo de catorce científicos.
El grupo concluyó que la homosexualidad «no es genética», sino una opción derivada de una conducta social «anormal». Encargado tras las numerosas críticas recibidas por la comunidad internacional y organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, el estudio sostiene que «la homosexualidad no es una enfermedad, sino simplemente un comportamiento anormal que es aprendido a través de las experiencias de la vida».
Decepción y preocupación en la comunidad internacional
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, manifestó el pasado domingo su «profunda decepción» ante la ley que agrava la persecución de la homosexualidad, algo que, según dijo, podría complicar las relaciones entre ambos países.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, también ha mostrado hoy su «profunda preocupación» por esta ley y recordó que el país debe cumplir sus obligaciones internacionales sobre los derechos humanos. Ashton aseguró que está «firmemente comprometida» con los derechos humanos fundamentales y el estado de derecho «en respeto de estos derechos», entre los que mencionó la libertad de asociación, conciencia y expresión y la «igualdad entre las personas».
En la actualidad, muchos países africanos consideran ilegal la homosexualidad, y las autoridades, como en los casos de Uganda o Zimbabue, han hecho declaraciones en términos muy agresivos contra esos colectivos.