Crimea precipita la salida de Ucrania

redacción / la voz

INTERNACIONAL

El Gobierno crimeo da por hecha la incorporación a Rusia aprobada por el Parlamento mientras Kiev tacha de ilegal el paso e inicia el proceso para disolver la Autonomía

07 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los acontecimientos en Crimea se suceden con mayor rapidez que la capacidad para procesarlos. Por la mañana el Parlamento regional aprobaba adherirse a la Federación Rusa con los votos de 78 de los 81 diputados presentes y decidía buscar el refrendo popular a esta decisión mediante una consulta que se adelantó al próximo día 16. Horas después, el nuevo viceprimer ministro crimeo, Rustam Temirgalíev, afirmaba que la medida tenía efecto inmediato.

Eso significa, dijo, que a partir de ahora la presencia de tropas rusas en la península será legal mientras que los militares de otros países serán considerados fuerzas de «ocupación». Temirgalíev precisó que a los militares ucranianos se les dará la posibilidad de jurar lealtad a Crimea o de lo contrario tendrán que abandonar su territorio. Además, anunció que todas las empresas y demás propiedades públicas ucranianas en territorio de Crimea serán nacionalizadas en caso de que prospere la consulta. Aseguró que las propiedades privadas «serán reguladas de acuerdo a la legislación rusa» y adelantó que Crimea está preparada para abandonar la moneda ucraniana e integrarse en el rublo.

Según la agencia RIA Novosti, la consulta incluirá dos preguntas: «apoya la anexión de Crimea a la Federación de Rusia en calidad de sujeto federal» y «apoya el restablecimiento de la Constitución de Crimea de 1992».

La reacción de Kiev no se hizo esperar. En un mensaje televisado, el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, calificó de «ilegal e ilegítima» la consulta, suspendió la decisión del Parlamento crimeo y anunció el inicio de un proceso para disolverlo. Según dijo, la cuestión de cambiar las fronteras del país, de acuerdo con la Constitución, solo puede examinarse en un referendo nacional, por lo que «la celebración de un referendo local crimeo no es posible». A su juicio, las nuevas autoridades crimeas «trabajan a punta de pistola» y «todas sus decisiones están dictadas por el miedo».

En Rusia, según Efe, el órdago de Crimea parece haber pillado por sorpresa a las instituciones y al propio presidente, Vladímir Putin, que hace dos días aseguró que no buscaba la anexión de la península. Putin convocó a su Consejo de Seguridad para analizar la situación. Según el portavoz del Kremlin, en la reunión tomaron parte el primer ministro Medvédev, los presidentes de ambas cámaras del Parlamento, los responsables de Defensa, Interior, Seguridad y Espionaje, y otros altos cargos. A falta de una reacción oficial del Gobierno, desde el poder legislativo las reacciones no se hicieron esperar. El diputado Leonid Slutski, presidente del comité para Asuntos de la postsoviética Comunidad de Estados Independientes, afirmó que todos los grupos parlamentarios de la Duma están a favor de la integridad territorial de Ucrania. Sin embargo, no se atrevió a cerrar la puerta a la adhesión de Crimea.

Las reacciones de la comunidad internacional fueron contundentes. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que «cualquier discusión sobre el futuro de Ucrania debe incluir al legítimo Gobierno del país».

La canciller alemana, Angela Merkel, desveló que la convocatoria de la consulta precipitó la decisión de los líderes europeos, reunidos en Bruselas, de iniciar el proceso de sanciones a Rusia.