
Rusia amenaza a EE.UU. y la OTAN con suspender las inspecciones de sus armas atómicas
09 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Contraofensiva de Vladimir Putin. A la amenaza de sanciones políticas y económicas esgrimidas por Occidente, Moscú respondió con la de suspender las inspecciones de su arsenal de armas estratégicas, incluidos los misiles nucleares.
«Las infundadas amenazas a Rusia por parte de EE.UU. y la OTAN en relación a Ucrania son vistas como un gesto marcadamente inamistoso y nos permiten actuar como en circunstancias de fuerza mayor», declaró un alto cargo no identificado del ministerio de Defensa, que añadió: dado que «estas inspecciones son una medida de confianza, en las actuales condiciones de sanciones ya declaradas de facto no puede haber contactos bilaterales normales para el cumplimiento de los acuerdos» en materia nuclear.
Las inspecciones se realizan en el marco del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) y del Documento de Viena entre los países miembros de la OSCE. Si llegasen a suspenderse, podría interpretarse como una violación de estos acuerdos, considerados esenciales para el mantenimiento de la paz en el mundo desde el final de la Guerra Fría.
No fue el único signo de tensión. Los observadores internacionales de la OSCE que tratan desde hace tres días de entrar en Crimea fueron recibidos ayer con disparos de advertencia al acercarse a un punto fronterizo, aunque no se registraron heridos. Ante la hostilidad, los observadores decidieron retirarse a la localidad de Jarson, para evaluar los pasos a seguir.
En Crimea la situación empeora para Kiev. Según Efe, las nuevas autoridades separatistas avanzan a marchas forzadas hacia el referendo sin encontrar resistencia de Ucrania, que en las últimas 24 horas perdió posiciones estratégicas. El Servicio de Guardafronteras ucraniano (SGU), uno de cuyos aviones fue tiroteado desde tierra cuando efectuaba un vuelo de patrulla, reconoció que un centenar de soldados rusos y unos 50 miembros armados de las autodefensas hicieron retroceder a sus tropas en el puesto fronterizo «Crimea» para permitir la entrada de dos columnas de vehículos militares.
Los guardafronteras aseguran que los vehículos, más de 30 camiones sin matrículas de identificación y un carro de transporte blindado, llegaron al puerto de Kerch a bordo de navíos de guerra de la Flota del Mar Negro, acuartelada en Sebastopol.
En Simferópol, un centenar de hombres armados con fusiles de asalto tomaron por la fuerza el comisariado militar de Ucrania. El SGU también denunció que tropas rusas asaltaron la pasada madrugada uno de sus puestos de vigilancia y echaron a los guardafronteras y a sus familias a la calle. Mientras las autodefensas juraban lealtad al pueblo crimeo, fuerzas prorrusas comenzaban a minar el acceso a la península, informó el diario ruso Novaya Gazeta.
Frente a esto, el Gobierno de Ucrania pidió ayer la participación de observadores internacionales en el referendo. El ministro de Exteriores manifestó en Kiev su esperanza de que la situación pueda ser resuelta de mutuo acuerdo. «Hay indicios que nos dan esperanza. No nos hemos sentado a dialogar con los rusos, pero hemos podido mandar nuestro mensaje a través de mediadores. La posición rusa no es categórica, están pensando nuestra oferta y por eso hay esperanza», dijo. Para él, Crimea «es y será territorio ucraniano, y no la entregaremos a nadie».