La Unión Europea está a punto de cerrar la lista de individuos rusos y ucranianos a los que sancionará, acusados de promover la escalada de tensión en Crimea. La cifra podría alcanzar el centenar después de eliminar a un largo número de nombres de un borrador inicial en el que figuraban 300.
Fuentes comunitarias aseguran que «se sancionará a responsables de segundo rango, nunca a empresas». Esto significa que ni Vladimir Putin ni sus principales ministros se verán afectados por la prohibición de entrada en la UE y por la congelación de activos que tienen previsto imponer los 28 ministros de Exteriores en la reunión del lunes en Bruselas.
El miedo a cortar las únicas vías de comunicación con Moscú está detrás. La UE sigue apostando por la diplomacia y el diálogo con Putin. Los países del Este claman por más mano dura contra su antiguo tirano, pero Alemania, Italia y España siguen mostrando sus reservas.
Sí se han incluido en la lista, y así lo confirman varias fuentes comunitarias, a siete ucranianos, todos de Crimea. Algunos medios han especulado con nombres de directivos del gigante petrolero Gazprom, pero ninguna fuente confirma que se haya tomado esa decisión.
Por el momento, la UE se encuentra inmersa en la segunda fase de sanciones. El jueves y viernes los líderes de los Veintiocho se reunirán de nuevo para evaluar la situación. Si se determina que Rusia ha provocado inestabilidad en la región, podrían abrir una tercera fase de sanciones que incluye la ruptura de las relaciones con Moscú.