Los familiares de los desaparecidos aún esperan un milagro
17 mar 2014 . Actualizado a las 15:57 h.El misterio que envuelve la desaparición del vuelo MH370 ha monopolizado tanto la atención de los medios de comunicación que quizás haya eclipsado las historias personales de los 227 pasajeros y 12 tripulantes de 14 nacionalidades diferentes que embarcaron en él el pasado 7 de marzo, entre ellos cinco niños de entre 2 y 4 años. Salieron de Kuala Lumpur y viajaban hacia Pekín. Sabemos que se han perdido, pero ¿quiénes son realmente? Estas son las historias de algunos de ellos.
Artistas y calígrafos. A sus 79 años, el prestigioso maestro de la caligrafía china Lou Bao Tang es la persona de mayor edad que viajaba a bordo del avión. Su estilo al dibujar los caracteres está reconocido mundialmente. Es toda una institución en China y encabezaba un grupo de 24 maestros calígrafos procedentes de las provincias de Jiangsu, Sichuan y Xinjiang que habían participado en una exhibición cultural en Kuala Lumpur y volvían a casa. Entre ellos, la también calígrafa Zhao Zhao Fang, una profesora retirada de 73 años galardonada con innumerables premios por su trabajo. Otro de los artistas a bordo era el pintor de etnia uigur Maimaitijiang Abula, de 35 años. Por ser de Xinjiang, la región musulmana que sufre violentas tensiones independentistas, numerosos internautas chinos lo culparon de inmediato de estar detrás de la desaparición del avión. Con el paso de los días, su imagen pública se ha limpiado, pero el daño ya está hecho para su familia.
Una luna de miel largamente aplazada. Se conocieron hace ya muchos años en el trabajo, en una cadena de supermercados de Kuala Lumpur. Se casaron en el 2012 y ahora emprendían por fin una luna de miel largamente aplazada. Norli Akmar Hamid, de 33 años, y Razahan Zamani, de 24, no habían podido viajar hasta ahora. Ella se recuperaba de un aborto reciente y su marido le había regalado el viaje para intentar animarla.
Un brillante ingeniero en busca de futuro. Con su flamante título de doctor en Ingeniería por la Universidad de Cambridge, Yuchen Li volaba hacia el inicio de una prometedora carrera profesional en Pekín. Contratado para cubrir un puesto de gran responsabilidad como geotécnico, goza de gran consideración y reconocimiento en el ámbito académico. Recién casado, su mujer, Mingei Ma, no lo acompañó en el vuelo.
Dos hijos esperando en casa. El canadiense de origen indio Muktesh Mukherjee, de 42 años, conoció a su mujer Bai Xiaomo, de 37, en el 2002, durante un viaje de negocios a China, y se quedó a vivir allí tras pasar un tiempo en Montreal. Volvían a casa tras unas cortas vacaciones en las playas de Vietnam y sus dos hijos de corta edad aguardan su regreso.
Casualidades del destino, el abuelo de Muktesh, un exministro del Gobierno indio, murió en un accidente de aviación ocurrido en Nueva Deli en la década de los setenta. La familia reza para que la pareja no haya sufrido la misma suerte. «Los milagros ocurren. Rezamos para que esta vez haya uno y Muktesh vuelva con nosotros», decía su tío Manoj Mukherjee a la agencia AFP en la India.
Hacia un nuevo trabajo. Iba a ser su último viaje a Pekín antes de establecerse definitivamente en Kuala Lumpur. Philip Wood es un ejecutivo estadounidense de 50 años y trabaja para la compañía IBM. En Texas lo esperan dos hijos de su primer matrimonio.