Alemania suspende una venta millonaria de material militar a Moscú
20 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Los líderes de la Unión Europea encaran hoy en Bruselas una cumbre crucial para el futuro de sus relaciones con Rusia. Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho están llamados a responder con contundencia y unidad a Moscú tras la anexión ilegal de Crimea.
Pero la esperada tercera fase de sanciones, que incluye la ruptura de las relaciones económicas y comerciales, tiene pocas posibilidades de ser activada, según fuentes comunitarias: «Los Estados no están decididos a asumir las consecuencias». Incluso entre los países más proclives a la imposición de castigos, como las ex repúblicas soviéticas del Báltico, Suecia y el Reino Unido, existen reticencias. Las secuelas podrían ser más duras para unos países que para otros y no se contemplan medidas para amortiguar sus hipotéticos efectos en países con estrechas relaciones comerciales con Rusia. Esa fractura interna debilita la respuesta de la UE al desafío lanzado por Vladimir Putin. Algunos Estados han tomado medidas unilaterales, como Alemania. Según Efe, su ministro de Economía, Sigmar Gabriel, paralizó ayer la venta de un centro de entrenamiento de combate a Rusia valorado en 120 millones de euros.
La UE quiere dilatar la fase 2 incluyendo a más altos cargos militares y políticos en la lista negra de personas a las que se prohíbe la entrada en territorio comunitario y se les congelan los activos. El objetivo es ganar tiempo para tratar de llegar a un acuerdo a través de la vía diplomática, que muchos cuestionan a la luz de los últimos acontecimientos. Lo que sí es seguro es que los Estados miembros decidirán suspender definitivamente la cumbre UE-Rusia de junio.
Sobre la mesa también estará la cuestión de la dependencia energética. La UE quiere avanzar en el mercado interior de la energía para tratar de diversificar las fuentes, garantizar el suministro y facilitar las interconexiones a fin de rebajar su dependencia del gas ruso.
Asociación de Ucrania
Mañana los líderes europeos firmarán el acuerdo político de asociación con Ucrania con su primer ministro, Yatseniuk. En él se comprometen a ayudar financieramente al país y a favorecer la exportación de productos ucranianos a la UE. La ayuda lleva aparejado el compromiso de Kiev de cumplir con un plan de reformas económicas y políticas de calado para terminar con la corrupción de sus instituciones y activar la economía de un país al borde de la quiebra.
La Comisión Europea propuso ayer un nuevo préstamo por 1.000 millones de euros, que, de aprobarse, se sumarían a los 610 concedidos recientemente.