El jefe de Estado del país ha tenido que intervenir en el bloqueo a la red social que se inició por orden de Erdogan
21 mar 2014 . Actualizado a las 16:07 h.El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró la guerra a los internautas el jueves al ordenar el bloqueo de Twitter en el país provocando una oleada de críticas, como las del propio jefe de Estado del país, Abdullah Gül, a ocho días de las elecciones municipales.
La autoridad de telecomunicaciones (TIB) prohibió el jueves por la noche el acceso a Twitter, que difundió con anterioridad conversaciones telefónicas de Erdogan que le implican en un escándalo de corrupción.
Entre las protestas suscitadas por esta medida calificada de «censura», se destaca la del presidente turco, Abdullah Gül, quien condenó explícitamente la decisión del primer ministro. «No podemos aprobar un bloqueo total de una plataforma de redes sociales. Espero que esta situación no dure mucho tiempo», escribió el presidente en su cuenta Twitter. Gül ya mostró sus diferencias con Erdogan, cuando este último amenazó el mes pasado con prohibir Youtube y Facebook. «Su prohibición no se contempla», dijo entonces el jefe de Estado.
Por su parte, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), principal partido opositor, y el presidente de la asociación de abogacías turcas (TBB), Metin Feyzioglu, pidieron a la justicia el levantamiento de esta prohibición. «Es una violación increíble de los derechos fundamentales y de las libertades», indicó a la AFP el diputado del CHP, Aykan Erdemir, para quien «Turquía forma desde ahora parte de los países más autoritarios en materia de libertades en la red».
«Borraremos del mapa a Twitter»
En medio de una campaña electoral tensa por los casos de corrupción que salpican al gobierno, Erdogan anunció el jueves su intención de prohibir Twitter ante miles de partidarios en Bursa (oeste). «Borraremos del mapa a Twitter. No me importa lo que diga la comunidad internacional», dijo. «La libertad no autoriza la intrusión en la vida privada», añadió.
Sin embargo, los internautas, que convocaron a través de las redes sociales, pudieron acceder a esta red social a través de otros servidores, pese al bloqueo. El acceso a Twitter, que cuenta con más de 10 millones de abonados en Turquía, sólo continuaba bloqueado el viernes por la mañana en una parte de los teléfonos móviles turcos. En las redes sociales circulan convocatorias para manifestarse este viernes en las grandes ciudades del país.
La decisión turca provocó también críticas internacionales. El comisario europeo de Ampliación y Política de Vecindad, Stefan Füle, se mostró «muy preocupado» y recordó a Ankara, candidato a la adhesión, que «el uso de las redes sociales es una libertad fundamental de la Unión Europea».
Por su parte, los adversarios políticos de Erdogan vieron en esta decisión una deriva autoritaria del primer ministro, en el poder desde 2002. «El dictador dio un peligroso paso», declaró un portavoz del CHP, Haluk Koç.
Escándalo de corrupción de Erdogan
Desde mediados de diciembre, el gobierno turco está sumido en un escándalo de corrupción sin precedentes. Erdogan acusa a sus ex aliados de la cofradía del imán Fethullah Gülen de estar detrás de las acusaciones de corrupción contra su ejecutivo para desestabilizarlo de cara a los próximos comicios municipales y presidenciales. En este contexto, en febrero, el parlamento turco aprobó una ley que refuerza el control en Internet.
El ministro de Telecomunicaciones, Lutfi Elvan, justificó la prohibición de Twitter que, según él, es «una decisión jurídica y no política». «Me temo que Youtube y Facebook serán los próximos objetivos antes de las elecciones municipales», indicó a la AFP el profesor de Derecho de la universidad privada Bilgi de Estambul, Yaman Akdeniz.