Un alto mando de la OTAN cree que amenaza a la moldava Transdniéster
24 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Pensar que Rusia dé por saldada con la anexión de Crimea la malograda unión comercial con Ucrania puede ser demasiado optimista. Moscú cuenta en la frontera de Ucrania con un contingente lo suficientemente grande como para amenazar la región separatista moldava de Transdniéster, según el máximo responsable militar de la OTAN para Europa, el general estadounidense Philip Breedlove, que habló en un evento organizado por el Fondo Alemán Marshall.
Pero no es la región moldava la única preocupación para Occidente. Tony Blinken, un asesor del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, reveló en la cadena CNN que EE.?UU. considera «posible» que Rusia se esté preparando para «entrar en Ucrania» y busque «intimidar» a ese país con sus movimientos de tropas. No aclaró si Washington tiene previsto aportar ayuda militar a Kiev, pero sí dijo que las sanciones económicas ya han tenido un «impacto real», con la caída del rublo.
Tampoco al ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Andréi Dechtchitsa, parece estar muy seguro de que el afán conquistador de Vladimir Putin se haya dormido en la península arrebatada. Al denunciar en la cadena estadounidense ABC el despliegue de tropas rusas en la frontera oriental, advirtió del aumento del riesgo de que estalle la guerra. «En estos momentos, si las tropas rusas invadieran las regiones orientales de Ucrania, sería difícil pedir a los ucranianos que viven allí que no respondan a esta invasión militar», puntualizó. Pese a «todas las medidas diplomáticas y sancionadoras», Dechtchitsa cree que en Ucrania no comprenden «qué tiene Putin en mente».
«El objetivo es toda Ucrania»
Ayer se concentraron en la plaza de la Independencia (la Euromaidán) unas 5.000 personas para apoyar que se mantenga la unidad de su país con pancartas en las que se leían mensajes como «Putin, ¡márchate!». El secretario del Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa, Andrii Parubi, proclamó durante la manifestación que «el objetivo de Putin no es Crimea, es toda Ucrania [...]. Sus tropas concentradas en la frontera están dispuestas a atacar en cualquier momento».
La declaración del Ministerio de Defensa ruso, en la línea de las afirmaciones que precedieron a la anexión de Crimea, no tranquiliza a nadie: Moscú «respeta todos los acuerdos internacionales sobre la limitación del número de tropas en las regiones fronterizas con Ucrania».
El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, canceló su participación en la cumbre del G7 para continuar junto a su ministro de Finanzas las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, entidad con la que se avanza en la solución del grave problema financiero.