Hong Kong desafía el olvido de Tiananmen impuesto por China

Rita Álvarez HONG KONG / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

PAUL YEUNG

Varias decenas de miles de personas se concentran en el parque Victoria para recordar a las víctimas de la masacre

05 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Pasadas las ocho de la tarde, en el parque Victoria de Hong Kong no entraba un alfiler. La gran vigilia anual para recordar a las víctimas de la matanza de Tiananmen batió récords de asistencia. En total, unas 180.000 personas acudieron en este 25 aniversario para dar todo su apoyo a sus compatriotas de la parte de China continental, quienes siguen reprimidos y controlados por el régimen chino.

Entre los asistentes estaba el abogado de derechos humanos Teng Biao, quien acudía por primera vez a la cita. «Espero que algún día los ciudadanos chinos tengan la libertad para manifestarse, un derecho protegido por la Constitución china, así como un derecho humano básico. Sin embargo, los activistas de derechos humanos en China han sacrificado todas sus libertades para luchar por conseguirlo y algunos incluso han perdido su vida», dijo emocionado.

La vigilia estuvo marcada por la simbología. Había reproducciones de varios tamaños y formas de la Diosa de la Democracia en blanco portando una antorcha que los estudiantes chinos crearon en la plaza de Tianamen en 1989 y que se terminó convirtiendo en un símbolo de las protestas.

En el medio de la muchedumbre, también se alzó una lápida en homenaje al disidente Li Wangyang, activista por los derechos de los trabajadores que falleció hace dos años tras pasar más de 22 en la cárcel por su participación en las protestas.

En un momento de la vigilia, un inmaculado silencio dio paso al encendido de las velas, la única señal que indicaba que el parque estaba lleno de gente. Mientras, un orgulloso Lee Cheuk-yan, presidente de la Alianza de Apoyo a los Movimientos Patrióticos Democráticos en China y organizador del evento, hizo un llamamiento a que los asistentes mostrasen sus velas al presidente chino, Xi Jinping.

Durante el acto, se leyeron en voz alta los nombres de las madres de las víctimas de la masacre fallecidas recientemente por su avanzada edad, por las que los asistentes se inclinaron tres veces en señal de respeto, y también el de los asesinados ahora hace un cuarto de siglo. La celebración terminó con el canto de la versión en cantonés de Oyes al pueblo cantar, la famosa canción del musical Los Miserables.

Mientras, en Pekín, ajenos a cualquier tipo de celebración para conmemorar el «liu si» o cuatro de junio, como se conoce en mandarín, la jornada se cerró sin incidentes que se saliesen de la férrea campaña de seguridad y control que incluye detenciones de abogados, activistas y artistas, así como arresto y vigilancia perpetua sobre las madres de las víctimas de la plaza de Tiananmen y el resto de supervivientes de la masacre.