Los radicales toman Tikrit, la simbólica ciudad natal de Sadam Huseín
12 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La dimensión de la operación yihadista en Irak indica que son cientos de miles los combatientes suníes que estarían actuando en un avance sin precedentes alimentado por la guerra de Siria y que amenaza a todo Oriente Medio. Tras la toma de control el martes de la ciudad de Mosul por el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), los insurgentes continuaron ayer sin excesiva resistencia su camino hacia Bagdad, al atacar varios puntos de la provincia de Kirkuk y avanzar sobre la vecina Saladino, donde conquistaron su capital, Tikrit, y cercaron Bayi, donde se encuentra una refinería de petróleo y la mayor central eléctrica que suministra a la capital.
Mientras los extremistas imponían su poder en Mosul reteniendo a 80 ciudadanos turcos -49 en el consulado turco, entre ellos el propio cónsul y tres niños, y 31 camioneros en una gasolinera-, otros grupos yihadistas culminaban la entrada en la simbólica Tikrit, ciudad natal del suní Sadam Huseín, a tan solo 160 kilómetros de la capital. De forma temporal se hicieron también con varias posiciones estratégicas en Bayi, pero las fuerzas iraquíes consiguieron recuperar el control con ayuda de las tribus locales horas después. El EIIL está contando con el apoyo de más facciones extremistas.
EE.UU. ofrece ayuda
Turquía se apresuró a pedir una reunión de urgencia de la OTAN para tratar la crisis de Irak y liberar a los rehenes turcos. Estados Unidos dijo que «está listo» para ayudar a Irak a responder a la ofensiva yihadista.
El primer ministro, Nuri al Maliki, ha creado una célula de crisis para suministrar armas a los civiles en la lucha con los combatientes, a la espera de que el Parlamento debata si aprueba el estado de emergencia que ha solicitado. Pese a que el controvertido líder chií no cuenta con la simpatía de los diferentes grupos étnicos y religiosos del país, ayer las fuerzas de la región autónoma del Kurdistán se comprometieron a colaborar para recuperan las posiciones tomadas por los radicales. De hecho, los contingentes kurdos, los peshmerga, que operan en Kirkuk, rodeada desde ayer por los yihadistas, prometieron defender los territorios con su sangre. Actitud que no tuvieron las fuerzas gubernamentales que, según los testigos, iban abandonando las ciudades ante la llegada de los insurgentes. Al Maliki, calificó lo ocurrido ayer de «conspiración»,
Los combates de esta reciente ofensiva comenzaron en Mosul a finales de la semana pasada, pero hace seis meses que el EIIL controla también Faluya, e intenta extenderse por Irak aprovechando el conflicto sectario entre chiíes y suníes que vive el país desde la invasión de EE.UU. en el 2003. Reforzadas sus filas con yihadistas que han luchado en la guerra contra Bachar al Asad, su objetivo es crear un emirato islámico uniendo territorios de Siria e Irak. «Con el permiso de Dios, no cesaremos esta serie de benditas conquistas hasta que Dios cumpla sus promesas o nosotros muramos», proclamaba el EIIL en un grandilocuente comunicado en Internet.