Así es BUK, el misil que derribó el vuelo MH17 en Ucrania

La Voz

INTERNACIONAL

YURI KOCHETKOV

El manejo de estos artefactos requieren una gran especialización y conocimiento y actualmente solo son utilizados por los ejércitos de Venezuela, Ucrania y Rusia

18 jul 2014 . Actualizado a las 22:03 h.
Todos los indicios apuntan a que el accidente del vuelo MH17 en Ucrania fue provocado tras el alcance de un un misil S-300 ?más conocido como BUK- que consiguió abatir al Boeing 777 de Malaysia Airlines mientras volaba a 10.000 metros de altura.Este artefacto, desarrollado por la antigua Unión Soviética y puestos en funcionamiento en 1980, fue perfeccionado por los rusos con el fin de poder defenderse de los misiles crucero, helicópteros y vehículos aéreos no tripulados. Los BUK son una clase de misiles tierra-aire de medio alcance que son lanzados por una plataforma móvil (que puede recordar a un tanque) y que por sus características permite alcanzar objetivos cuyas alturas son incluso superiores a la del vuelo MH17. Este sistema, que actualmente es utilizado por Rusia, Ucrania y Venezuela; mide unos cinco metros y medio de largo y su peso es de unos 700 kilos. Además, este artefacto tiene una gran capacidad de reacción y solo 20 segundos después de reconocer el blanco se dirige a su objetivo con una velocidad de 3.600 kilómetros por hora.Son letales, ya que a duras penas tienen posibilidad de fallo. Una vez lanzado el misil, ya no hay marcha atrás.Según señalan los expertos, es «prácticamente imposible» que el piloto que operaba el vuelo MH17 detectara el misil tierra-aire BUK en su radar poco antes de recibir el impacto y caer abatido. Para los controladores también es muy complicado visualizar un misil de este tipo en sus radares, puesto que esta tecnología está «especialmente diseñada para no ser detectada».Son muchos los que han recordado que el manejo de estas armas requiere una altísima especialización, quizás por ello personalidades internacionales como la embajadora americana han resaltado la posibilidad de que un ejército profesional -como el ruso- haya ayudado a los rebeldes del este.Mientras los indicios comienzan a apuntar directamente al ejército ruso, el ministerio de Defensa de Moscú ya ha rechazado rotundamente el presunto traslado de un BUK al este de Ucrania, donde operan los separatistas prorrusos. Sin embargo, Twitter, que todo lo comenta y para todo tiene una teoría, ya se ha apurado a publicar un sinfín de imágenes que muestran uno de estos artefactos en manos de los rebeldes. Lo que todavía no queda muy claro es si fue el Ejército de Putin el que lo puso en sus manos o si por el contrario fueron ellos mismos los que lo robaron en el proceso de separación en el que desde hace unos meses se encuentran inmersos.