Ucrania ordena el alto el fuego en el lugar donde están los restos del vuelo MH17

Efe

INTERNACIONAL

Los rebeldes y las fuerzas ucranianas reanudaron el lunes por la mañana los combates en Donetsk

21 jul 2014 . Actualizado a las 15:25 h.

El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, ordenó este lunes un alto de fuego en un radio de 40 kilómetros alrededor del lugar donde fue presuntamente derribado hace cuatro días el Boeing 777 malasio con 298 personas. «He dado la orden: los militares ucranianos no deben emprender operaciones ni abrir fuego en un radio de 40 kilómetros alrededor del lugar de la tragedia», cuyo epicentro se encuentra junto a la localidad de Grábovo, en la región oriental de Donetsk, explicó el mandatario a los periodistas.

Por su parte, Andréi Purguín, uno de los líderes de los separatistas de Donetsk, región donde cayó el avión malasio, aseguró que «los milicianos han garantizado la seguridad en la zona de catástrofe desde el primer día después del accidente». «No obstante, junto al lugar de la tragedia se concentran muchas fuerzas ucranianas. Me temo que no se podrán evitar escaramuzas locales. Son posibles provocaciones de la parte ucraniana», advirtió Purguín.

Mientras, Poroshenko volvió a reiterar que los milicianos que custodian la zona de la tragedia, cuyo epicentro se encuentra junto a la localidad de Grábovo, en la región oriental de Donetsk, roban las pertenencias de las víctimas del siniestro, destruyen pruebas e «impiden trabajar a la comisión de investigación ucraniana».

Reinicio de los combates

Los combates entre las fuerzas ucranianas y los separatistas prorrusos se recrudecieron desde el derribo del avión a pesar de que la comunidad internacional ha pedido una tregua para investigar las circunstancias de la tragedia. Además, este lunes los rebeldes y las fuerzas gubernamentales ucranianas reanudaron en la mañana del lunes los combates en las afueras de la ciudad de Donetsk, donde se oyen potentes disparos de artillería.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko, denunció que varios tanques y camiones rusos entraron el domingo a territorio ucraniano desde Rusia para apoyar a los separatistas prorrusos que combaten contra las fuerzas de Kiev. Según Lisenko, una columna de blindados y camiones trató de irrumpir en territorio ucraniano a través del paso fronterizo de Izvárino, en la región de Lugansk. «Aunque la artillería ucraniana cañoneó la columna, varios tanques y camiones lograron cruzar la frontera», apuntó Lisenko.

Según medios locales, un edificio de viviendas de nuevo plantas situado entre el aeropuerto y la estación de tren de la ciudad fue alcanzado por un proyectil. «Las balas silbaban por encima de nuestras cabezas», relataba una mujer que se personó llorando en la sede del Gobierno de la autoproclamada república popular de Donetsk.

La tensión era patente en las inmediaciones del edificio, que es vigilado por varias decenas de milicianos, mientras en la ciudad apenas se ve gente por las calles desde que los insurgentes impusieran el toque de queda. Poco antes de las 10:00 de la mañana, hora local, se oyeron los primeros disparos en el barrio Oktiábrski, no lejos de un mercado de automóviles.

El aeropuerto es desde hace semanas el frente bélico más cercano a Donetsk, donde los rebeldes han tenido que rendir varios bastiones desde el fin del alto el fuego el pasado 28 de junio.

Según pudo constatar Efe, el domingo varios camiones con milicianos y piezas artillería abandonaron la ciudad, que está rodeada de innumerables puestos de control de carretera. «Mucha gente se ha ido. Por lo menos, no volverán hasta que empiece la escuela (1 de septiembre). Fíjese, todo los negocios están cerrados», comentó a Efe un conductor.

Los hoteles de Donetsk están casi vacíos y sus únicos clientes son los reporteros que han viajado a la zona para informar sobre la catástrofe del avión malasio que fue derribado el jueves en esta región minera con 298 personas abordo. Por el momento, se desconoce si los combates impedirán el traslado de los cadáveres del Boeing-777 que han sido refrigerados en un tren en la localidad de Torez y que están a la espera de ser examinados por expertos internacionales.