Bruselas propondrá un embargo de armas y prohibir transacciones con varios bancos rusos
INTERNACIONAL
Algunos países son partidarios de que la UE adopte una línea más dura contra Moscú y empiece a aplicar sanciones económicas
23 jul 2014 . Actualizado a las 19:24 h.La Comisión Europea propondrá este jueves a los Estados miembros un paquete de posibles sanciones contra Rusia que incluyen un embargo de armas para «ventas futuras» y la prohibición de las transacciones financieras con algunas entidades bancarias, según han avanzado fuentes diplomáticas.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE pidieron este martes a la Comisión Europea y al Servicio Europeo de Acción Exterior que presentaran para el jueves propuestas con vistas a adoptar posibles sanciones contra Rusia si no coopera plenamente con la investigación del derribo del vuelo MH17 y cesaba el flujo de armas y combatientes a través de su frontera, entre otros.
Los Veintiocho reclamaron que ambas instituciones presentaran un paquete de sanciones posibles, incluido en el acceso al mercado de capitales, defensa, equipos de uso dual y tecnología puntera sensible, incluido en sectores como el energético.
La Comisión tiene previsto plantear este jueves prohibir las transacciones financieras con «una serie de entidades bancarias rusas» para impedirles «liquidez en los mercados europeos», han explicado fuentes diplomáticas. «Serían más de cinco y menos de diez», han precisado. Otras fuentes europeas han confirmado que afectaría a «instituciones financieras específicas» propiedad del Estado ruso.
Igualmente, propondrá un embargo de armas a Rusia «para ventas futuras» y la prohibición de exportar tecnologías de uso dual y «tecnologías sensibles» para sectores que «van a sufrir» sin el equipamiento europeo, fundamentalmente el petróleo, según fuentes diplomáticas.
«La Comisión presentará un documento con acciones en cada área identificadas por el Consejo de Asuntos Exteriores. La Comisión está plenamente lista», ha confirmado la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pía Ahrenkilde, que ha recordado que el Ejecutivo comunitario lleva preparando el trabajo «en coordinación con los Estados miembro» desde que los líderes europeos amenazaron por primera vez con la posibilidad de imponer sanciones económicas contra Rusia por el conflicto en Ucrania en marzo, aunque ha rechazado dar detalles de las propuestas.
«El resultado de este trabajo se presentará cuando el Coreper se reúna el jueves 24 de julio», tal y como pidieron los Veintiocho, ha confirmado la portavoz comunitaria, en alusión al órgano que reúne a los embajadores permanentes de los Estados miembro ante la UE.
Los embajadores de los Veintiocho mantendrán dos reuniones restringidas este jueves para debatir las propuestas, aunque fuentes europeas descartan a priori acuerdo ya sobre estas posibles medidas este mismo jueves.
Una vez reciba «orientaciones de los Estados miembros», la Comisión presentará con posterioridad «propuestas legislativas correspondientes» sobre las posibles sanciones y que deberán acordar los Veintiocho, ha explicado Ahrenkilde.
Cumbre extraordinaria, en el aire
No se descarta que se convoque una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno la próxima semana con vistas a tomar decisiones, aunque otras fuentes diplomáticas apuntan a que podría retrasarse a la primera semana de agosto.
«Está abierto. La decisión se podría tomar si necesario por el Consejo de Asuntos Exteriores o por una reunión extraordinaria del Consejo Europeo. Lo veremos en las próximas horas, días», ha explicado en rueda de prensa en Bruselas el secretario de Estado de Asuntos Europeos italiano, Sandro Gozi, cuyo país preside la UE este semestre.
El primer ministro lituano, Algirdas Butkevicius, ha confiado en la misma rueda de prensa que «todas las propuestas» que han reclamado los Veintiocho este martes «se van a discutir en un Consejo Europeo» y ha defendido que «deben adoptarse al final». «Apoyamos la ampliación de sanciones como se ha discutido en el Consejo de Asuntos Exteriores y creemos que tenemos que avanzar a sanciones más estrictas», ha explicado el dirigente lituano, que ha confiado en «un compromiso» y «una decisión unificada» por parte del Consejo Europeo.
Reino Unido, Suecia y los países bálticos han sido los países partidarios de la UE adoptara una línea más dura contra Rusia y avanzar en sanciones económicas, un paso que ha rechazado la mayoría de países hasta ahora, incluidos España, Alemania, Francia, Italia, Grecia y Chipre, entre otros por el enorme impacto negativo que tendrían para la propia Europa. De hecho, entre las medidas se excluye directamente un embargo al gas y petróleo ruso, del que dependen en un 100 % varios Estados miembros.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, ha dejado claro este miércoles que el derribo del avión de Malaysian Airlines con un presunto misil lanzado desde territorio controlado por los separatistas prorrusos cerca de Donetsk y que ha dejado cerca de 300 víctimas, la mayoría holandesas, «obliga a revisar las posturas anteriores» porque se ha producido «un cambio de circunstancias».
«España lo que ha decidido es condicionar la imposición de sanciones a (el presidente ruso, Vladimir) Putin a la conducta de Putin en el futuro», ha explicado el ministro, que ha dejado claro que éstas dependerán de cómo actúe respecto a la repatriación de los cadáveres, facilite la investigación, cese el suministro de armas a rebeldes y controle su frontera con Ucrania y apoye el plan de paz de Kiev.
Sí se espera que los embajadores de los Veintiocho puedan acordar una lista de nuevas personas y empresas, incluido de la Federación Rusa, que serán sancionadas después de que los ministros acordaran ayer acelerar las sanciones pactadas a nivel de líderes europeos el pasado 16 de julio, según fuentes europeas.
Los Veintiocho acordaron ayer elaborar una lista inmediatamente y dirigir las sanciones «contra individuos o entidades que están apoyando material o financieramente o se están beneficiando de los responsables rusos de decisiones sobre la anexión de Crimea o de la desestabilización en el este de Ucrania». También acordaron «adoptar medidas adicionales para restringir el comercio y la inversión en Crimea y Sebastopol, como muy tarde, a finales de julio.