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Las fotos de un soldado ruso en Instagram podrían delatar la intromisión de Moscú en Ucrania

AFP

INTERNACIONAL

Las imágenes muestran que milicias del Kremlin se encontraban dentro de las fronteras ucranianas días antes del ataque al vuelo MH17

01 ago 2014 . Actualizado a las 21:33 h.

A Moscú se le ha visto el plumero. Después de llevar meses repitiendo hasta la saciedad que sus soldados no habían sido trasladados a la zona prorrusa ucraniana, una chiquillada parece haberles retratado como unos verdaderos mentirosos y ya les ha puesto en un verdadero aprieto.

Un descuido, llevó a un grupo de soldados rusos a publicar en sus cuentas de Instagram una serie de fotos en las que se incluían geolocalizaciones ucranianas, lo que ha permitido a muchos demostrar que finalmente sí que se han enviado unidades militares a este país.

El responsable del descuido fue Alexander Sotkin, de 24 años de edad, quien sin pensar en las consecuencias decidió colgar en su cuenta de Instagram una serie de fotos en el pueblo de Voloshino, donde parece encontrarse su unidad militar. El 5 y 6 de julio publicó dos fotos más en las que la geolocalización apuntaba a unos 10 kilómetros de allí, dentro ya del territorio ucraniano.

El portal estadounidense BuzzFeed reveló la existencia de estas fotos de Sotkin, en las que el joven escribía hashtags como «@ejército» y «@ejercicios2014», que podrían indicar que el ejército ruso cruzó la frontera con Ucrania, pese a los desmentidos de Moscú.

Pero lo que realmente ha llamado la atención es el relato que Sotkin incluye en el pie de foto de las imágenes, en el que asegura que pasó el día «sentado en el Buk (el sistema de bombardeo que se cree que derribó el vuelo MH17) escuchando música». Este ha sido suficiente pretexto para el portal BuzzFeed para lanzarse a acusar a las milicias rusas del ataque al avión estrellado. Ellos aseguran que las fotos del joven confirman que las unidades militares que se hallaban cerca de la frontera con Ucrania tenían misiles tierra-aire Buk días antes de que se derribara el aparato de Malaysia Airlines. La versión menos bélica apunta a que la palabra «buk» podría ser la abreviatura rusa de «notebook» y Sotkin habría pasado el día trabajando en su ordenador y no en un misil.

Un experto en informática indicó que es posible falsificar la geolocalización de fotos, si bien se necesita para ello tener muy buenos conocimientos de codificación. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso ha debido verle las orejas al lobo y ha decidido negarse a comentar estas informaciones.

«Fanfarronear ante sus novias»

Otros soldados a las órdenes de Moscú publicaron el mes pasado en la red social rusa Vkontakte fotos de sus actividades -en esta ocasión sin sin geolocalización- afirmando que habían disparado contra posiciones ucranianas, un hecho que coincidiría precisamente con las versiones de Washington y Kiev. «Disparamos toda la noche contra Ucrania», escribió el 23 de julio el soldado Vadim Grigoriev, bajo una foto que mostraba media docena de obuses. Luego difundió otra foto de dos cañones colocados al borde de un campo de trigo.

«Estas fotos se sacaron hace ya mucho tiempo. Probablemente hayan pirateado mi página de Vkontakte», declaró al día siguiente Grigoriev al canal Rossiya24. Desde entonces, su cuenta está cancelada.

Días antes, en la misma red social, otro soldado, Mijail Shugunov, difundió dos fotos de lanzacohetes Grad con la leyenda: «Grad en dirección de Ucrania».

Otro soldado poco consciente del peligro de las redes sociales difundió el mapa del recorrido de su unidad hacia la frontera entre Rusia y Ucrania. «Esos soldados dicen cualquier cosa, por ejemplo que están en Ucrania, solo para fanfarronear ante sus novias», declaraba el diputado comunista Vadim Soloviev. Soloviev, quien presentó un proyecto de ley para limitar el uso de internet por parte de los soldados rusos, estima que estas publicaciones son «un peligro para Rusia». «Pueden usarlas los occidentales para llevar cabo tareas de espionaje o desinformación», agregaba.

«Cuando entran en el ejército, los soldados tendrían que tener la obligación de respetar reglas de confidencialidad», afirmó Soloviev.