Denuncian que el Estado Islámico ejecuta a 1.100 personas en Irak y Siria

EFE

INTERNACIONAL

Hallan muertos a otras 312 personas después de la ejecución de 80 hombres yazidíes en el norte de Irak

16 ago 2014 . Actualizado a las 22:32 h.

Las denuncias sobre las atrocidades del yihadistas del Estado Islámico (EI) suman este sábado 1.100 ejecuciones en el norte de Irak y en el noreste de Siria. Los islamistas han ejecutado a más de 700 personas, en su mayoría civiles, durante las últimas dos semanas en el este de la provincia siria de Deir al Zur, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Y en Irak, han sido hallados muertos otras 312 personas después de la ejecución de 80 hombres yazidíes en el norte de Irak.

Las 700 ejecuciones en Siria tuvieron lugar en las localidades de Al Shuaitat, Garanish, Abu Hamam y Al Kishkia, tomadas por los extremistas el pasado 11 de agosto, y donde residían los miembros del clan de Al Shuaitat. Centenares de miembros de esa tribu continúan desaparecidos, después de haber sido amenazados por el EI, que los considera «infieles» que deben ser asesinados en masa y que no se merecen «tregua, seguridad, dinero, comida, familia, ni esposas», según el OSDH.

Además, el OSDH asegura haber podido documentar los nombres de decenas de esas víctimas y señala que cientos de los ejecutados por el EI fueron sacrificados delante de sus familias, y les cortaron la cabeza para luego mostrarla en lugares públicos. Esta organización ya advirtió hace unos días sobre las ejecuciones en masa de los yihadistas y su «genocidio» contra la población de la tribu Al Shuaitat. El Observatorio, que documenta el conflicto sirio desde sus inicios hace más de tres años, reitera su petición a «todo aquel al que le quede conciencia humana en la comunidad internacional, que intente poner fin a los crímenes de guerra y contra la humanidad» cometidos por el régimen sirio y otras facciones terroristas.

Ataques contra yazidíes

Mientras, fuentes oficiales han confirmado la muerte de otros 312 residentes de la localidad iraquí de Kocho, en el norte de Irak, donde el Estado Islámico mató a 80 yazidíes y secuestró a toda la población femenina tras concluir un ultimátum de cinco días para que se convirtieran al Islam, según ha informado la cadena británica Sky News, elevando así la cifra a casi 400 personas.

Los yihadistas del Estado Islámico (EI) han ejecutado a 80 hombres yazidíes junto a la ciudad de Sinyar, en el norte de Irak, después de que estos rechazasen convertirse al islam, según informaron este sábado a Efe testigos. Se trata de la segunda vez que los combatientes del EI asesinan de forma masiva a yazidíes por rechazar abjurar de su fe, después de la matanza de un grupo de 77 personas, entre ellas 33 mujeres y un niño, hace una semana.

Los yihadistas condujeron a los 80 yazidíes a la casa del jeque tribal Ahmed Yasua, en la aldea de Kuyua junto a Sinyar, a 90 kilómetros de Mosul, y, cuando estos se negaron a abrazar el islam como les exigían los radicales, los ejecutaron, explicó a Efe el testigo y periodista local Kafah Mahmud al Sinyari.

La fuente explicó que los yihadistas insultaron y vejaron a las mujeres e hijos de los ejecutados, y después trasladaron a las familias (alrededor de 500 personas) a otro lugar a las afueras de Sinyar. De etnia kurda, los orígenes de esta minoría religiosa preislámica que aúna elementos de las creencias monoteístas se remontan a varios siglos atrás. Se calcula que unos 500.000 yazidíes viven en Irak, la mayoría en la provincia septentrional de Nínive, mientras que la diáspora se concentra principalmente en Alemania (50.000).

Asimismo, un dirigente de la coalición nacional kurda, Guiaz al Sauaryi, informó de que la aviación estadounidense bombardeó esta madrugada varias posiciones del EI en el monte Ain al Safra y el pueblo de Nauran, y otros lugares cercanos a la presa de Mosul. Los bombardeos se produjeron durante más de dos horas, aunque todavía se desconocen las bajas sufridas en las filas del EI. El pasado 8 de agosto, las autoridades confirmaron que la presa de Mosul, la más importante del país, cayó en manos yihadistas tras la retirada de las tropas kurdas («peshmergas») que trataban de defenderla.

El EI ejecuta a ocho combatientes kurdos

Los combatientes del Estado Islámico también ejecutaron a ocho combatientes de las brigadas kurdas que luchan en Siria contra el régimen de Bachar al Asad y que fueron secuestrados hace tres días en la provincia de Alepo (norte). Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), siguen en manos del EI varias decenas de prisioneros, capturados tras hacerse con el control de la población de Ajtarin, en el noreste de Alepo, donde combatieron contra brigadas islamistas y kurdas.

Ajtarin figura entre las seis localidades en el noreste de la provincia de Alepo que fueron tomadas por el EI entre el martes y el miércoles pasados, tras duros enfrentamientos con otras organizaciones islamistas rivales. El pasado 13 de agosto, el EI degolló a nueve miembros de brigadas islamistas rivales en Alepo.

El OSDH explicó que un hombre que logró huir de la localidad de Ajtarin les informó de que los combatientes del EI, después de degollar a sus víctimas, les cortaron la cabeza. La entrada del EI en esas seis localidades se enmarca en sus intentos de hacerse con el control del norte de Alepo, que sumaría a sus posiciones en las provincias orientales de Al Raqa y Deir al Zur, donde varias tribus y organizaciones armadas le han jurado lealtad ante su poderío militar.

El presidente kurdo apremia a Occidente a suministrar armas

Por su parte, el presidente de la región autónoma kurda de Irak, Masud Barzani, apremió a Occidente a acelerar el suministro de armas y a ayudarles a ahogar las vías de financiación de los yihadistas de Estado Islámico. La extorsión y el robo de petróleo proporciona a diario tres millones de dólares a EI, afirmó Barzani al semanario alemán Focus y añadió que sucesivos atracos a los bancos nacionales de Mosul y Tikirt les reportaron mas de 1.000 millones de dólares.

Barzani, con quien tiene previsto reunirse el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, durante su estancia en Irak, insiste asimismo en la necesidad de recibir armas y munición para combatir a los yihadistas. «No necesitamos tropas extranjeras. Tenemos suficientes guerreros valerosos, pero nos faltas armas modernas y efectivas», apunta.