El copiloto de Germanwings quería que «todo el mundo» conociera su nombre, según revela una azafata que salió con él durante unos meses
28 mar 2015 . Actualizado a las 08:45 h.Andreas Lubitz, el copiloto sospechoso de haber estrellado deliberadamente un avión de Germanwings en los Alpes franceses comentó a una exnovia que un día «haría algo que cambiaría todo el sistema» y que «todo el mundo conocería (su) nombre».
Maria W., azafata de 26 años que mantuvo una relación en el pasado con el copiloto, explica en una entrevista al diario alemán Bild que cuando oyó hablar de la tragedia le vino a la memoria una frase del piloto: «un día voy a hacer algo que va a cambiar todo el sistema, y todo el mundo conocerá mi nombre y lo recordará». Si Andreas Lubitz «ha hecho esto», «es porque comprendió que debido a sus problemas de salud, su gran sueño de trabajar en Lufthansa, como comandante y como piloto de largo radio, era prácticamente imposible», añade en la entrevista.
La joven explica que la relación con Andreas Lubitz acabó «porque cada vez era más evidente que tenía un problema. Durante las discusiones se irritaba y me gritaba (...) Por la noche, se despertaba y gritaba '¡nos caemos!'». «Siempre hablamos mucho de trabajo, y ahí se transformaba, se enfadaba por las condiciones de trabajo. Poco dinero, miedo por el contrato (de trabajo), demasiada presión», asegura. Germanwings, la compañía alemana propietaria del Airbus 320 que se estrelló, es una filial de bajo costo de Lufthansa.
«Era capaz de esconder a los demás lo que realmente le ocurría», dice la joven, que asegura que «no hablaba mucho de su enfermedad, solo que tenía un tratamiento psiquiátrico a causa de ello». La fiscalía de Düsseldorf, en el oeste de Alemania, anunció el viernes que Andreas Lubitz había ocultado que estaba de baja médica el día de la tragedia. La hipótesis privilegiada es que padecía problemas psiquiátricos.
No obstante, no se ha encontrado ninguna carta de adiós que desvele la intención del piloto de estrellar el pasado martes el avión que cubría la ruta Barcelona-Düsseldorf, una catástrofe que se cobró la vida de los 150 ocupantes del aparato. Según la fiscalía, los documentos incautados apoyan la tesis de que el joven «ocultó su enfermedad» tanto a su empresa como a su entorno personal. Los documentos hallados en el domicilio del piloto dan cuenta de una «enfermedad existente y de tratamientos médicos correspondientes», agregó la fiscalía, sin precisar la naturaleza de dicha enfermedad.
La prensa alemana había revelado el viernes que Andreas Lubitz sufrió una grave depresión hace seis años, durante su formación como piloto. Desde entonces, el joven de 27 años había tenido un seguimiento «médico especial y regular». El presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, insistió por su lado en que el piloto superó todos los exámenes, incluidos los psicológicos, en el momento de ser contratado.