«Las mafias se multiplican y captan a la gente ya en los países de origen»

María Cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Una fosa común en el mar
Ayerra

Elena Sánchez Montijano atribuye la falta de política común en la UE al rechazo a la inmigración, que fomentan los partidos populistas y xenófobos del norte de Europa

21 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los conflictos y las reiteradas crisis económicas que viven sus países de origen son las principales razones que impulsan a miles de personas a emprender un desesperado viaje a Europa que, a veces, como en el caso de las más de mil personas desaparecidas estos últimos días en el Mediterráneo, no logra llegar a destino. La investigadora del Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona (Cidob) y coordinadora de Migraciones, Elena Sánchez Montijano, va mucho más allá al añadir otra razón: «El incremento de traficantes de personas, de bandas criminales muy organizadas que movilizan ya a esa gente en los países de origen, hace que sea mucho mayor el número de los que llegan hasta el Mediterráneo. Las mafias se han multiplicado y captan personas en sus países de origen».

-¿Estos grupos organizados animan a emprender la marcha haciendo promoción del viaje en origen?

­- Claro, porque les hablan de llegar a una tierra prometida que es Europa. No existe un concepto de un país, lo que buscan es llegar a Europa, moverse por ella y tener una vida mejor como inmigrante regular que busca un trabajo o bien, al huir de algún tipo de persecución, encontrar refugio en cualquier país europeo. En estos momentos hay una concentración de inmigrantes en Libia porque los acuerdos de la UE con ese país son muy reducidos. No hay acuerdos con Libia para contener a las mafias. Por contra, en el caso de Ceuta y Melilla España tiene acuerdos bilaterales con Marruecos.

-La inestabilidad que vive ese país acrecienta el problema porque la inmigración ilegal no deja de ser una fórmula de obtener dinero para muchos de los que luchan por el poder. ¿Habría entonces que empezar por hacer algo en Libia?

-Claro. En la reunión de ministros de Interior y de Exterior celebrada hoy [por ayer] la mayor parte de las voces presentes hablaban de luchar contra el tráfico de personas. Como decía la representante de Exteriores de la UE, primero hay que poner fin a lo que está pasando en Libia y luego habría que tratar el tráfico de personas.

-Pero para hacer eso primero han de ponerse de acuerdo todos los países de la UE. ¿Por qué no lo hacen después de tantas catástrofes como hemos visto a la puerta de casa?

-Para empezar, ha de haber un acuerdo de intereses entre los países del norte y los del sur de Europa. Deben llegar a un acuerdo para no olvidar las personas que han muerto estos días, pero tampoco todo lo que lleva ocurriendo en los tres últimos años. Los del norte piden medidas para promover la emigración legal y para luchar contra las mafias porque no tienen que atender la realidad de los montones de personas que mueren a sus puertas. Los del sur piden más fondos para atender a ese problema.

-¿A qué atribuye esa falta de acuerdo?

-En los países del norte los partidos de extrema derecha crean entre la opinión pública una negatividad ante la inmigración. Esos discursos son los que impiden que esos países lleguen a un acuerdo sobre el tema. Pero lo de estos días no es algo fortuito. Lleva pasando desde hace tiempo y, como explican desde la OIM y Acnur, continuará ocurriendo. Porque hay gente que huye de sus países, pero también está aumentando el tráfico de personas.

-Pero han cambiado la operación Mare Nostrum por la Tritón.

-Con la operación Tritón, la que está ahora en marcha, la idea es la vigilancia y el rescate pasa al segundo objetivo. Italia y España llevan muchos años pidiendo financiación para proyectos de ayuda, pero el interés de los países mediterráneos parece estar en un segundo plano. Lo que vemos en el Mediterráneo es trágico, pero el porcentaje de irregulares que entran por el Este de Europa y los Balcanes es mayor. La UE debe ver soluciones para ambas.

Elena Sánchez Montijano, coordinadora de migraciones en el cidob de Barcelona