Un grupo de personas consiguió romper la puerta del paso fronterizo desde Serbia. Al menos hay 150 refugiados y 20 policías heridos
16 sep 2015 . Actualizado a las 22:43 h.La Policía húngara utilizó gas pimienta y un cañón de agua contra un grupo de refugiados que trató de cruzar la frontera desde Serbia, en la que esperan miles de personas que quieren entrar en Hungría para seguir luego hacia otros países de Europa, informa la emisora M1. En las imágenes de la televisión se pudieron observar a decenas de agentes antidisturbios que se movilizaron en el lugar y también algunas ambulancias.
La agencia MTI informó de que se trató de un «grupo menor» que ha intentado romper los cordones policiales que cierran el paso fronterizo de Horgos y que las fuerzas de seguridad han instalado un cañón de agua. Los refugiados derrumbaron en una zona las vallas, pero los agentes les cerraron el paso, según el portal informativo Origo. Varios cientos de refugiados arrojaron botellas y piedras a los policías, que utilizaron el cañón de agua y gas pimienta.
La televisión pública M1 informó que al menos 150 refugiados y 20 policías sufrieron heridas. Zoltán Kovács, portavoz del Gobierno, aseguró al respecto que «la prensa mundial puede ver que no se trata de refugiados pacíficos. Inmigrantes agresivos y armados han sitiado la frontera húngara», según recoge el portal informativo Origo.
Por su parte, Péter Szijjártó, ministro de Exteriores húngaro dijo a la emisora M1 que ha informado de lo sucedido a su homólogo serbio, Ivica Dacic, ya que «la policía fue atacada brutalmente». «Le he pedido que actúen, ya que el ataque vino de territorio serbio», agregó Szijjártó. Asimismo el ministro anunció que el punto de cruce fronterizo permanecerá cerrado al menos por un mes más.
Por su parte, Péter Szijjártó, ministro de Exteriores húngaro dijo a la emisora M1 que ha informado de lo sucedido a su homólogo serbio, Ivica Dacic, ya que «la policía fue atacada brutalmente». «Le he pedido que actúen, ya que el ataque vino de territorio serbio», agregó Szijjártó. Asimismo el ministro anunció que el punto de cruce fronterizo permanecerá cerrado al menos por un mes más.
Más de 2.000 refugiados se encuentran en la frontera de Serbia con Hungría, exigiendo que se les permita la entrada en suelo húngaro. Hungría terminó ayer de cerrar físicamente su frontera con Serbia mediante una doble valla y ha movilizado a la Policía y al Ejército para prevenir cualquier eventual intento de los refugiados de romper la alambrada. Paralelamente ha entrado en vigor una ley que penaliza con entre uno y cinco años de cárcel la entrada ilegal en el país. Unas 200.000 personas que huyen de conflictos o la pobreza en países de Oriente Medio y Asia han pasado por Hungría en lo que va de año, aunque la inmensa mayoría sólo quiere abandonar este país cuanto antes y seguir hacia Alemania.
Europa ve ilegal el corredor que propone Croacia
El primer ministro de Croacia, Zoran Milanovic, dijo este miércoles quetodos los refugiados de Oriente Medio que acudan a su país podrán atravesarlo en su camino hacia Alemania. «Van a poder pasar por Croacia, nosotros les vamos a ayudar en ello», manifestó el jefe de Gobierno, citado por la emisora N1, después de que los primeros grupos de inmigrantes cruzaran esta mañana la frontera croata-serbia. La Comisión Europea (CE) considera «ilegal» el corredor que quiere crear Croacia para permitir que los refugiados lleguen hasta Austria, según indicaron este miércoles fuentes comunitarias. «He hablado con la ministra del Interior de Eslovenia. Si resulta necesario también organizaremos corredores», señaló en la red social Twitter el titular del Interior de Croacia, Ranko Ostojic. Las fuentes explicaron que esta medida sería «ilegal» según las normas comunitarias.
Croacia, aunque todavía no es miembro del espacio sin fronteras europeo, sí debe aplicar Schengen, así como el reglamento de Dublín, que establece que el Estado miembro encargado de examinar una solicitud de asilo es aquel por el que primero entran a la Unión Europea (UE) los demandantes. Permitir que los refugiados crucen Croacia sin identificarles ni tomar sus huellas dactilares contravendría, por tanto, esta normativa. La CE ha insistido precisamente en que expertos comunitarios asistan a Grecia e Italia en sus centros de recepción de refugiados para evitar que los demandantes pasen por estos países sin ser detectados y acaben en Alemania o Suecia, como venía ocurriendo en la práctica. Bruselas recibió ayer los detalles sobre el funcionamiento de estos centros asistidos por agencias comunitarias en Grecia e Italia y ha confirmado que ya están en marcha.
Ban Ki-moon, «impactado»
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó que está «impactado» sobre cómo están siendo tratados grupos de emigrantes en países como en Hungría y dijo que la situación «no es aceptable». «Puede que algunos países tengan problemas nacionales, todos los tienen», pero «debemos ser compasivos con la gente que está huyendo de la guerra y de la persecución», afirmó Ban en una rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas.
El secretario general de la ONU respondió así al ser consultado sobre informaciones que indican que la policía de Hungría estaba reprimiendo con métodos antidisturbios a un grupo de refugiados que trató de cruzar la frontera desde Serbia. «Quedé impactado al ver cómo estos migrantes están siendo tratados. No es aceptable», afirmó Ban Ki-moon en una rueda de prensa para hacer balance de los conflictos latentes y en vísperas del debate de alto nivel de la Asamblea General de la ONU.
Ban señaló que en los últimos días ha hablado con altas autoridades europeas, incluidas las de Hungría, y les ha insistido en tratar este tema «de acuerdo con las convenciones internacionales relevantes» en materia de asistencia humanitaria y derechos humanos. Los emigrantes que están llegando a Europa, que escapan de conflictos bélicos como los de Siria, Libia e Irak, deben recibir asistencia y refugio y la comunidad internacional comportarse de ellos como «seres humanos», dijo.
Europol sigue a 30.000 traficantes de personas
Hasta 30.000 personas podrían estar implicadas en las mafias de tráfico de personas que cobran a inmigrantes y refugiados miles de euros para realizar la peligrosa travesía hacia Europa, según ha indicado este miércoles el director de Europol, Rob Wainwright. Según el máximo responsable de la agencia de Policía europea, el descubrimiento de 71 cadáveres en un camión frigorífico en Austria el mes pasado llevó a Europol a una gran operación contra el tráfico de personas y a la identificación de ese número de sospechosos, muy superior a lo que pensaba la agencia.
«El trágico incidente en Austra es sintomático de una explosión en el problema criminal que estamos viendo ahora», ha señalado a Reuters. «Miles de criminales están acudiendo en manada a este foco, este movimiento masivo de inmigrantes y refugiados», ha añadido. «Solo este año hemos recabado información de hasta 30.000 presuntos criminales y sus compinches implicados en esto. Eso muestra la magnitud de la actividad criminal que está en marcha en estos momentos», ha resaltado.