Alemania autoriza el empleo de la fuerza a su Ejército en la misión naval contra los traficantes

Patricia Baelo BERLÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

BARBARA GINDL

Merkel triplica sus efectivos en esta actuación, que pasa de tener 320 soldados a 950

17 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Solo el martes la policía alemana controló en la frontera con Austria a unas 25.000 personas, de las cuales 3.900 eran refugiados, según la edición digital de Spiegel. Pero el verdadero reto para Berlín es sin duda capturar a los traficantes de personas. Por ello, el Gobierno de Angela Merkel aprobó ayer la ampliación de su aportación a la misión militar contra las mafias de contrabandistas en el Mediterráneo, que pasará de tener 320 soldados a 950.

El hecho de que el Bundeswehr vaya casi a triplicar sus efectivos en EUNavfor Med es aún más relevante, teniendo en cuenta que el programa naval europeo entrará en una nueva fase. A partir de ahora los soldados alemanes, además de rescatar a inmigrantes (más de 7.200 desde mayo hasta septiembre) y recopilar datos sobre las redes de contrabando como venían haciendo, también detendrán y confiscarán en alta mar aquellos barcos sospechosos de llevar a traficantes. Es más, de ser aprobada la reforma por el Bundestag, las fragatas Schleswig-Holstein y Werra podrán incluso, llegado el caso, hacer uso de la fuerza para destruir las embarcaciones de traficantes que intercepten frente a las costas de Libia e Italia.

Entre tanto, la prensa alemana se hacía eco del anuncio de Merkel de crear nuevos centros para refugiados, con los que el Gobierno pretende descargar a las regiones sobresaturadas. Se trataría de 40.000 plazas, según anunció la canciller tras su reunión con los jefes de Gobierno de los 16 estados federados. Otra cumbre entre ambos tendrá lugar la próxima semana, y en la que el tema más importante sobre la mesa será la financiación.

Se espera una guerra encarnizada entre la canciller y el jefe del Land de Baviera y líder de la CSU, Horst Seehofer, que con sus duras críticas a Merkel precipitó el restablecimiento de controles fronterizos. Parece ya un hecho consumado que el aumento del presupuesto destinado a la política de asilo en 6.000 millones de euros previsto para el próximo año va a quedarse muy corto para afrontar la oleada de refugiados.